12 de marzo
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Con papel y cartón que recoge de la basura, sin más herramientas que su imaginación y manos,  Adalberto da forma a estilizadas figuras de catrinas, monstruos, tentadores cuerpos de mujer, alebrijes y un sin número de creaciones.

Su trabajo es considerado un arte de la cartonería y él, como uno de los mejores exponentes en México  y en el mundo.

El artista plástico, oriundo de Michoacán  inició su trabajo como obrero de una fábrica que elaboraba sobres comerciales de papel hace poco más 40 años.

    AMAQUEME platicó con Adalberto Álvarez Marines en su taller de la comunidad de Ayotzingo y recordó que a los 23 años emigró con sus padres y hermanos a la Ciudad de México y entró a trabajar como obrero, empleando su tiempo libre para escribir e ilustrar cuentos,  logrando la publicación de “Las hijas de Satanás”,  “El fotógrafo del Diablo, “El Ataúd”, “La Horca”, y “Un disfraz prefecto para el transformista”.