
Pese a obstáculos tenidos con empleados municipales y del mismo párroco local, vecinos de San Marcos Huixtoco retomaron, tras suspenderla nueve años, el enjuiciamiento y condena a Jesucristo.
Por tercera ocasión, el papel del personaje principal recayó a en los hombros de Eduardo Gorgonio Ayala, que a sus 47 años cargó el peso de 110 kilogramos de la cruz de encino, utilizada en la escenificación.
Eduardo, quien se dedica a la albañilería, dijo que está acostumbrado al trabajo rudo y pesado, por lo que no tuvo otra preparación física para cumplir con personificación de Jesús.
“Sólo me bastó mi fe”, aseveró.