
Hildeberto León Vidal se sobrepuso a una caída que lo postró en la cama casi un año, le hizo perder su trabajo como albañil y lo dejó incapacitado de una pierna.
Superado ese penoso trance y la grave crisis económica que le ocasionó porque le impidió trabajar, el sexagenario oriundo de Tenango del Aire ahora se gana la vida como cuida-carros en la transitada avenida Cuauhtémoc de Chalco, trabajo al que acude diariamente, como lo ha hecho en los más recientes cinco años.
Pese a su limitante física, Hildeberto no pierde el entusiasmo y asegura que no tiene motivos para quejarse de la vida, pues aunque mínimos, sus ingresos diarios son suficientes para mantener a su esposa, la única dependiente económica suya, porque sus hijos ya hicieron vida aparte.
Su jornada laboral diaria rebasa las nueve horas, llega a las ocho de la mañana y se retira pasadas las 17 horas, contento de llevar el sustento para su casa, pese a las dolencias de su pierna accidentada, porque difícilmente su diario ajetreo le impide tomar un descanso.