13 de marzo
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Sus clientes de hace 30 años ahora llevan a sus nietos a comprar juguetes con “El Cuate”, como ellos lo hicieron cuando iban a la primaria o secundaria en Amecameca.

La falta de oportunidades laborales llevó a Arturo Sánchez Quiroz, hoy de 52  años a buscar una forma de sostenerse y con su mamá, empezaron a vender juguetes de plástico fuera de la primaria Antonio Caso y de la secundaria sor Juana Inés de la Cruz.

En entrevista, asegura que le ha vendido juguetes a tres generaciones de alumnos de dicha primaria y de la secundaria Sor Juana Inés de la Cruz,  cuando aún costaban 50 centavos.

Recordó que por ahí de mediados de 1980 sus  juguetes costaban un tostón y a su puesto acudían los niños a la hora de la salida para comprar, yoyos, trompos, canicas, juguetes armables, tarjetas coleccionables, papalotes y otros que eran la novedad en ese entonces.