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3 de julio

 

 

Gilberto Hernández

El paso diario de “góndolas” con arena y grava que se extrae de la mina del Tenayo  en Tlalmanalco está provocando grietas en viviendas, polvaredas y por las noches molestias a vecinos que viven cerca por el ruido.

Entrevistados por AMAQUEME denunciaron que lo anterior lleva más de un año registrándose en forma permanente y cuantas veces han intentado hablar con el presidente de la mina José María Alfaro Reyes, trabajadores armados  del lugar les impiden hacerlo con amenazas.

“Las paredes de varias de las casas que están sobre el camino de entrada se están agrietando,  la tierra se mete por tanta polvadera y durante las madrugadas, el constante paso de los camiones no deja dormir, porque la extracción del material se hace las 24 horas del día”, aseveró Daniel, uno de los afectados.

Aseguró que es demasiado molesto estar escuchando el paso diario de los carros, lo que origina que en forma constante se cimbren las casas, “el ruido es excesivo y no nos hacen caso los ejidatarios ni el presidente de la mina”.