Jorge Martínez
SANTA CATARINA AYOTZINGO, Méx.- A las 10:01 del sábado dos de febrero, la vida de Angelina Parrado se transformó al ser testigo de lo que llama un milagro divino.
Mientras vestía al niño Dios de la iglesia de Santa Catarina Virgen y Mártir en la habitación donde duerme, de manera sorpresiva quedó parado en la orilla de la cama.
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“Me separé por unos segundos de él, soltándolo de manera inconsciente y vi que se quedó paradito, me sorprendí y pensando que había sido mi imaginación, lo que lo volví a soltar y fue entonces que de verdad, sin mí ayuda, ni de nada, él se había quedado de pie.
Desde hace 18 años, doña Angelina es madrina del niño Dios y días antes de celebrarse el día de la Candelaria se lo lleva a su casa para vestirlo.
“Eran exactamente las 10:01 horas cuando estaba vistiendo al niño para la misa de las dos de la tarde, ya le había puesto su primer vestido, estaba terminando de ponerle su ropón y se quedó paradito sin ninguna ayuda”, afirmó con el rostro pleno de convencimiento.
Aseguró que por la emoción, sorpresa y alegría que le generó el inesperado suceso ya no terminó de vestirlo y salió a informar al padre Miguel Rosales Sandoval, quien para su sorpresa y decepción, le dijo que no podía asistir y constatar lo ocurrido porque tenía muchas celebraciones religiosas que atender.
Por el contrario, le dio diez minutos para que llevara al niño a la parroquia.
Dijo que sin saberlo, en minutos, el hecho corrió en la comunidad y una hora después su casa, ubicada en la calle Insurgentes 29 comenzó a ser visitada por vecinos de Santa Catarina y de pueblos cercanos.
