
Mónica Martínez Rivera
OZUMBA, Méx. – Rebozos, quexquemetl, tapetes, bufandas, morrales, cintillas y manteles son algunas de las prendas que Erika Maximiliano Huitrón teje en telar con la técnica otomí, oficio que está a punto de extinguirse en el estado de México.
“El telar de cintura tiene su origen en la época prehispánica, las prendas están hechas a base de lana”, explicó a Erika a AMAQUEME, quien asegura que en la región sólo tres personas conoce que se dedican a tejer en telar por los rumbos de Toluca, donde se ubica la ruta Otomí, donde aún hay más artesanos.
Maximiliano Huitrón, dijo que derivado de la falta de atención para aprender a tejer en telar, además de que la gente no paga el costo de las prendas, se está perdieron este oficio milenario, cuya técnica es única del Estado de México, pues en otros estados tienen sus variaciones.
Explicó que los productos son elaborados en lana, que adquiere con artesanos de Metepec, quienes usan colorantes naturales para teñirla, aunque también los realiza en algodón.