
NEZAHUALCOYOTL, Méx.- En los últimos seis meses, al menos una docena de reclusas han fallecido debido a la falta de atención médica en el Centro Femenil de Prevención y Reinserción Social de Nezahualcóyotl.
Las víctimas han sido regularmente abandonadas por sus familias y porque la autoridad penitenciaria suspendió desde principios del año pasado la atención hospitalaria, argumentando falta de recursos económicos.
Miriam “N”, quien abandonó esa cárcel en diciembre pasado luego de cumplir sentencia de 10 años por secuestro, afirmó que las internas carecen de tratamientos médicos para enfrentar enfermedades crónicas degenerativas como cáncer, diabetes, SIDA e incluso obesidad mórbida.
“En los últimos meses perdimos a por lo menos 10 compañeras porque la autoridad penitenciaria simplemente suspendió cualquier tipo de atención a mujeres con enfermedades crónicas; se dejaron de dar los tratamientos retrovirales a quienes tienen SIDA y se suspendieron también los tratamientos a internas con cáncer y diabetes”, aseveró.
Explicó que en noviembre del 2019, por instrucciones de la dirección del Centro Femenil de Prevención y Readaptación Social de Nezahualcóyotl se suspendieron las consultas médicas a las internas, y a quienes enfrentan enfermedades degenerativas se les informó que si querían salir a hospitales a recibir atención tendrían que tramitar a través de sus familiares, el traslado, la consulta y los medicamentos.
“En el penal de Neza hay un grave índice de abandono de las internas, la mayoría ya no recibe visitas familiares, hay quienes no reciben a un familiar desde hace más de 5 o 6 años, y obviamente no tienen quién les ayude para tramitar un traslado a un hospital y mucho menos para pagar consultas y medicamentos que requieren”, subrayó.
Explicó que para que alguna sea trasladada a un hospital a recibir consulta debe pagar entre mil y mil 500 pesos a custodios y personal de trabajo social para que hagan el trámite respectivo, luego les cobran la gasolina de la ambulancia, lo que va de 500 a mil pesos, y finalmente se tiene que pagar en el hospital general de Nezahualcóyotl entre 200 y 300 pesos por la consulta y de 2 mil a 5 mil pesos por medicamentos para SIDA o diabetes, que son los más caros.
“Van muriendo poco a poco. De por sí la vida en la cárcel no es nada sencilla para nadie, menos lo es para quienes están enfermas, por ejemplo de cáncer o SIDA, y poco a poco las están dejando morir”, señaló.
Explicó que, a través de algunos familiares de mujeres privadas de la libertad, y de otras que como ella han recuperado la libertad al cumplir sus condenas, han estado solicitando la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se revisen “las lamentables condiciones de salud de las internas”, a quienes simplemente las están dejando morir.
Por ello, hizo un llamado a la secretaria de Seguridad del Estado de México, Maribel Cervantes Guerrero, de quien depende el sistema penitenciario mexiquense; al presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Jorge Olvera García, y al propio gobernador Alfredo del Mazo Maza, para que intervengan e investiguen la terrible situación que viven las mujeres privadas de la libertad en el penal de Nezahualcóyotl, a quienes simplemente están dejando morir.
“Es cierto que están en la cárcel porque cometieron algún delito, algún agravio a la sociedad, pero no por eso deben recibir pena de muerte, porque eso es lo que prácticamente les están aplicando, las están matando al no recibir la atención médica que requieren y los tratamientos que les garantice seguir con vida”, concluyó.