TLALMANALCO, Méx.- Antes de terminar con su existencia, Erik Romero Mendoza, de 40 años, comió la mitad de una concha y luego se colgó del cuello en la cocina de su casa.
Transcurridas varias horas, un familiar que acudió a su vivienda en la calle tercera de San Pedro, localizada en esta cabecera, se llevó la desagradable sorpresa de encontrarlo suspendido de una vigueta.
El cuerpo de Erik quedó colgado sobre la mesa de su cocina, ocupada por un cepillo de dientes, un pedazo de pan mordisqueado, una bolsa de “pepitas”, un chocolate, una camisa y una silla encima de ella.
Policías municipales fueron informados por el familiar del occiso, acudiendo a la vivienda el oficial Gabino Rosales Ramírez en la unidad 24106 con un elemento más.
La persona que lo descubrió dijo a los uniformados que desconocía los motivos que llevaron al hombre a quitarse la vida.
El occiso tenía manchas de sangre en su playera blanca y un tatuaje en el antebrazo izquierdo.
