12 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

CHALCO, Méx.- A partir de la contingencia del Coronavirus, el trabajo empezó a escasear para Israel López, bolero de 55 años, quien recorre infructuosamente calles de Chalco.

Su diaria jornada la inicia a las ocho de la mañana y a alas 13 horas del domingo 29, cuando fue entrevistado por el reportero de AMAQUEME en la colonia «La Bomba» no llevaba un solo peso en la bolsa.

En espera de algún cliente que le requiriera sus servicios, don Israel decidió sentarse en su desgastado banco de metal en la esquina de las avenidas Cuauhtémoc y Anitas, luego de cinco horas de ardua caminata.

El aseador de calzado, reflejando el cansancio y preocupación en su rostro quemado por el sol, confesó que debería juntar dinero para llevar el sustento a su casa.

Con un hijo de 11 años, una esposa que trabaja esporádicamente, y el compromiso ineludibe de pagar su renta de 950 pesos por dos cuartos en obra negra, Israel no encuentra la manera de mejorar su ingreso económico.

«Días antes de la contingencia sanitaria, ganaba al día entre 150 y 200 pesos, aún así me era difícil cubrir las necesidades económicas familiares, pero este día es peor», comentó.

Después de casi 40 minutos de espera sin que nadie se acercara a solicitar el servicio del bolero, don Israel tomó su banco y cajón de bolero y caminó sobre la solitaria avenida Cuauhtémoc en busca de clientes.