13 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

     CHALCO, Méx.- Dos policías municipales han muerto en menos de un mes a causa del Covid-19 y actualmente hay 60 que dieron positivo a este virus en un examen que recientemente se les practicó.

   AMAQUEME entrevistó a tres oficiales que por separado denunciaron que los tratamientos y medicamentos son costeados por ellos mismos.

   Sin embargo, dos de ellos reconocieron que cuentan con servicio médico del ISSEMYM, pero no acuden por temor a ser hospitalizados.

   Los efectivos policiacos aseveraron que ni su comisario Mario Rodea Mayorga ni el presidente municipal Miguel Gutiérrez Morales ha visto por su seguridad, ni se ha acercado a ellos para conocer de su salud y preguntar si están recibiendo el equipo adecuado de protección.

    “Sólo un cubre bocas a la semana, del más sencillo, y una careta de 15 pesos es el equipo que hemos recibido, sin embargo nos han estado haciendo firmar listas donde se hace constar que nos entregan material en abundancia, pero únicamente es para que justifiquen sus gastos”, aseguraron.

   Revelaron que su comisario lleva casi dos semanas que se ausentó de sus responsabilidades y no se ha presentado a trabajar al centro de mando por motivos que desconocen.

   “Nadie sabe la razón”, puntualizaron y afirmaron que fue él quien negó los permisos a los dos oficiales que recién fallecieron.

   Señalaron que aun con el temor que tienen de contagiarse, deben seguir trabajando, sin que a los mandos ni al mismo edil le preocupe la salud de los elementos ni de sus condiciones de trabajo.

   Dieron a conocer que de 300 elementos que ya les fue realizado un examen, 60 dieron positivo y fueron enviados a su casa a guardarse sin ningún tratamiento médico.

    Álvaro Tovar, quien tenía siete años como policías, comenzó a sentirse mal luego de que le practicaran el examen, “fue al doctor, presentó su constancia para permanecer guardado en casa a sugerencia del mismo médico, pero fue ignorado por el comisario y siguió trabajando.

   Los denunciantes aseguraron que lo amenazó con despedirlo si desobedecía y el resultado fue la muerte en una cama de la clínica 71.

   Este oficial, segundo deceso en la corporación, murió la noche del martes dos de junio.

   “El compañero enfrentó a la muerte por más de siete días, tiempo en el que permaneció hospitalizado, perdiendo la batalla después de 21 horas.

   Informaron que por la misma causa, la primera quincena de mayo falleció Patricia Perea.