12 de marzo
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    SAN MARTÍN CUAUTLALPAN, Méx.- Michelle Ilisa Álvarez León, madre primeriza no tuvo oportunidad de cargar o ver a su hija después de su nacimiento, cuando lo hizo, 12 días después, ya había muerto.

    Antes de ello, la joven de 21 años, enfrentó la burocracia y deshumanización de personal médico de 17 hospitales, que por motivos poco relevantes se negaron a atenderla el lunes 18 de mayo, pese a que ya se le había roto la fuente.

    Entrevistada por AMAQUEME en su domicilio, Michelle dijo que la noche del dos de junio, recibió la desagradable noticia de la muerte de su bebé.

    Explicó que la niña nació de siete meses, por lo cual, fue separada de ella para recibir atención médica especial.

   Informó que el martes dos de junio, fue requerida en el hospital para recoger el cuerpo de su hija, informándole que había fallecido a las 08:10 horas.

    Dijo que las causas de la muerte fueron por acidosis Metabólica y Enterocolitis Necrotizante.

   Denunció que extrañamente, la trabajadora social que le entregó el cuerpo inerme de su hija, le advirtió a su esposo que por ninguna causa podían verla porque había muerto de Covid-19.

    “Joanna estaba completamente morada y rígida, pese a que sólo habían transcurrido cuatro horas desde su fallecimiento”, afirmó.

   Dijo que ella fue dada de alta y la bebé quedó hospitalizada por nacimiento prematuro.

    Confiada e ilusionada en una pronta recuperación de Joanna, sólo contaba las horas para que llegara a casa”, lamentó.

    Sin embargo, la noticia más triste de su vida le llegó la mañana del dos de junio, al ser informada que su primera hija había perdido una batalla que enfrentó por 12 días contra la muerte, debido a su nacimiento prematuro. 

    La pequeñita fue sepultada en el panteón municipal de Chalco la tarde del miércoles tres de junio.

    La incógnita del porque les fue señalada en el hospital que murió de Covid-19 quedó en el aire, asegurando la joven, que de ser así, no les hubieran permitido inhumarla.