
Jorge Martínez Cordero
LA CANDELARIA TLAPALA, Méx.- En esta comunidad, considerada la capital del mariachi en el Estado de México, más de 80 agrupaciones han resultado afectadas por la actual pandemia.
Es el caso de “Sones de México”, cuyos ocho integrantes vieron disminuir sus ingresos a partir de marzo, cuando dejaron de tener presentaciones a causa de lo anterior.
Pedro Cadena Rivera, su fundador, músico que tiene más de 40 años de trayectoria, dijo en entrevista con AMAQUEME que en su caso no se las vio tan “negras”, porque echó mano de sus ahorros para sobrevivir más de dos meses que dejaron de contratarlo.
“Apenas el viernes 19 de junio volvieron hacerlo y tuve mis primeras dos presentaciones en un par de iglesias del municipio de Chimalhuacán”, contó.
Sus demás compañeros aseguraron que la situación económica les pegó duro y al igual que ellos, muchos otros mariachis de esta comunidad se vieron precisados a realizar otras actividades para tener dinero.
“Hubo quienes, dijeron, nos dedicamos a sembrar su tierra para de ahí mismo comer lo cosechado”, puntualizaron.
Otros miembros del grupo señalaron que se mantuvieron de la renta de accesorias que tienen en sus casas, mientras que otros que son profesores no tuvieron problema, pues siguieron percibiendo sus sueldos por parte del magisterio.
Hoy a tres meses de haberse iniciado la contingencia sanitaria a causa de Covid-19, los mariachis callaron, convirtiendo a Tlapala un pueblo silencioso.
Mariachis, quienes a temprana hora se paraban sobre la principal avenida de La Candelaria con sus vistosos y pulcros trajes de charro, ensayaban sus notas para atraer la atención de sus clientes.
Dijeron que tendrán que adaptarse a la nueva normalidad esperando que los comiencen de nuevo a buscar, para gradualmente ir retomando el tiempo y espacio perdido.