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3 de julio

       ECATZINGO.-  Su afición por las bebidas alcohólicas terminó por llevar a la muerte a Nicolás Mena Riveroll, campesinos de 77 años.

A diferencia de lo que pudiera pensarse, el septuagenario no murió por congestión, debido al desmedido consumido de bebidas embriagantes durante los últimos tres días, sino al caer de una altura de cinco metros y golpearse la cabeza.

        Cerca de las 17 horas de este lunes 20 de julio, Nicolás caminaba sin rumbo fijo por la calle de Canteras y en un descuido debido al estado en que se encontraba, resbaló y cayó, perdiendo la vida casi de manera instantánea.

      Familiares informaron a la policía municipal que  ya llevaba tres días que no llegaba a su casa por andar tomando en la calle.

De manera accidental, toda vez que estaba semicubierto por hierbas y plantas silvestres, su cuerpo fue descubierto por vecinos que pasaban arriba de la calle, reportándolo a la policía municipal y a la Secretaria de Seguridad ciudadana.

Nicolás acabó sus días tirado boca abajo en la calle Canteras del barrio de Santa Catarina, a donde arribaron rescatistas de protección civil, que ya no pudieron hacer algo al respecto, ya que llevaba al menos dos horas de haber muerto.

    Minutos más tarde, informados por los policías, se presentaron familiares del occiso, que lo identificaron y dieron a conocer que desde el sábado 18 de julio empezó a tomar y durante ese tiempo no supieron nada de él.

       Uno de sus familiares informó a los oficiales que don Nicolás vivía en calle Occidente del barrio de Santa Catarina.

El cuerpo fue trasladado al anfiteatro de Chalco.