ATLAUTLA, MÉX.- Hace dos años, Raúl Pérez Mendieta desapareció camino de su casa al monte y jamás se volvió a saber de él.
La tarde del martes cuatro de agosto, un campesino encontró sus restos, ropa y las botas que llevaba el último día que fue visto con vida, a flor de tierra en un paraje boscoso llamado “Jahuen”.
Cerca de las 14 horas del pasado martes cuatro, la policía acudió a un llamado de apoyo de un agricultor, que camino a su parcela vio unos huesos y ropa que al parecer pertenecían a una persona.
Los elementos de seguridad acudieron al lugar para verificar la denuncia y efectivamente encontraron una osamenta incompleta de un hombre.
Los uniformados se comunicaron con los familiares del occiso para que subieran a identificar la ropa y efectivamente confirmaron que era de Raúl, que cuando desapareció tenía 47 años.
Cuestionados por los oficiales, les relataron dijeron desconocer la forma cómo llegó a dicho sitio y los motivos por los que fue asesinado.
Explicaron que Raúl trabajaba como guardia de seguridad en la Ciudad de México y la ropa localizada en el monte, al igual que unas botas negras, era la misma que utilizaba, que inmediatamente reconocieron.
Cabe mencionar que el día de su desaparición, en agosto de 2018, Raúl y otros miembros de su familia llegaron a Atlautla a visitar a familiares.
«Venimos a ver a unos familiares, pero de pronto ya no vimos a mi hermano, lo buscamos varias horas, en algún momento supusimos que ya se había regresado a la casa, por lo que nos fuimos de Atlautla pero ya no volvimos a saber algo de él hasta este día», contó a los oficiales, una hermana del fallecido.
El paraje señalado se ubica a poco más de diez kilómetros de distancia de la casa de los familiares del occiso.
Los uniformados aseguraron que era difícil conocer las causas por las que murió, e indicaron que el esqueleto estaba incompleto, la ropa en muy mal estado y los roedores del campo se habían comido la carne de Raúl y habían maltratado los huesos.
