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3 de julio

Jorge Martínez Cordero

    CHALCO, Méx.- Propietarios del gimnasio Flash Fit Gym, ubicado en plaza Chalco del barrio “La Conchita” defraudaron a más de un centenar de clientes que pagaron por adelantado un año, sólo funcionó tres meses y se declararon en quiebra.

    Clientes del establecimiento entrevistados por AMAQUEME denunciaron que la anualidad pagada fue de mil 999 pesos y el gimnasio, reconocido por sus instructores certificados e instalaciones, cerró sus puertas a mediados del mes de marzo de este año por la contingencia de salud existente.

   Revelaron que a principios de este mes, sus dueños se declararon en quiebra.

   Roberto Palma, uno de los timados, señaló que casi un centenar de personas, incluido él pagaron su anualidad y a mediados del mes en curso, cuando se dio a conocer la presunta quiebra,  ninguna persona del gimnasio ha querido dar la cara e informar si les reembolsarán su dinero.

   Informó que en su caso pagó en marzo, días antes de que cerrara por la contingencia.

    “Nos informaron a través de las redes sociales que el miércoles 19 de agosto abriría de nuevo, pero por la misma vía, el jueves 20 dijeron que el gimnasio se declaraba en quiebra, pero no informaron sobre el dinero que pagamos de la anualidad”, indicó el denunciante.

     Por su parte, Carol señaló que no quiere que le devuelvan el 100% de la anualidad, pero sí por lo menos la mitad.

   Sugirió a los representantes de Flash Fit Gym, hacer un convenio con otros gimnasios para que los reciban a ellos por el tiempo que pagaron.

    “Ante el apresurado cierre, muchas personas dejamos en lockers que nos rentaban en 100 pesos nuestras cosas personales, como sandalias y fajas que usábamos, y ni eso nos devolvieron”, asentó.

    Aseveró que ningún representante del gimnasio los ha buscado personalmente para explicarles los motivos reales del cierre, sólo pusieron una cartulina en la fachada donde invitaban a comunicarse al número 5941 6086 con Jiménez Aguayo y Buzzolini S.C., para pedir informes relacionados al Flash Fit Gym  o para dar a conocer sus inconformidades.

   Citó que cuando ella marcó le informaron que era un bufete jurídico y únicamente le pidieron su nombre, sin darle más información.

   Por último externó que como ella, muchos de los clientes se sienten defraudados por los propietarios del gimnasio, ya que nadie les ha querido dar la cara.