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3 de julio

Mónica Martínez Rivera

OZUMBA, Méx.- La necesidad empujó a Andrés Galicia Martínez a dedicarse a la talabartería, oficio centenario en el que ha destacado por la calidad e innovación de sus trabajo.

   Con el cuero de diferentes animales, da forma a bolsas, fundas, cinturones, fajas, percheras de perro, collares, fornituras y sobaqueras.

    Andrés recibió a la reportera de AMAQUEME en el taller que acondicionó en su propia casa, donde elabora sus productos hechos totalmente a mano, de cuero vacuno, de cabra y de marrano, que durante largos años oferta en los tianguis de Ozumba y en Amecameca los fines de semana.

    Mientras Andrés cortaba una bolsa en la piel de una res, que previamente fue tratada, explicó la actividad de la que vive la inició hace 18 años, cuando comenzó a dedicarse al comercio de huaraches de piel y cinturones.

   Sin embargo dijo que los problemas aparecieron cuando sus proveedores no le entregaban a tiempos los pedidos que les hacía y quedaba mal con los clientes.

    Derivado de ello decidió incursionar en la talabartería y recordó que su primer trabajo fue una funda para navaja, para lo cual compró un pedazo de cuero, un cuter y adaptó un pequeño tenedor para perforarlo.

   Dijo que el cliente quedó a gusto con su trabajo y no hubo quejas, hecho que esto lo motivó a realizar sus propios trabajos.

   “Fui a Guerrero donde están las tenerías, establecimientos donde se curte el cuero, ahí conocí a Rafael Sánchez, quien me enseñó a trazar, cortar, a cincelar, perforar y hacer el encorrillado, que es lo mismo que el armado de las piezas para formar bolsas, fundas, ya sea para celulares, navajas y machetes, o las sobaqueras, fornituras y fajas”, detalló con evidente gusto el entrevistado.

   Refirió que también hace cinturones, collares y todo aquello que el cliente le pida y se pueda  trabajar con piel, inclusive la reparación de portafolios.

   Agregó que la innovación y creatividad es la base fundamental de su oficio, por eso, lo que se puede observar en sus trabajos.

   Andrés dijo que las bolsas y cualquier otro objeto de piel, usándolo correctamente y cuidándolo tiene una durabilidad de más de 40 años, para eso es necesario mantener el cuero hidratado con aceite de castor o de almendras, o limpiarlo con jabón de calabaza, un cepillo de dientes y un paño.