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3 de julio

Mónica Martínez Rivera

TENANGO, Méx.-  “La casa de madera” es considerado el único museo de artes aplicadas en México, que constantemente renueva sus piezas nuevas.

   Fósiles de un mamut, una momia, un casco japonés usado en la segunda guerra mundial, un altar de la iglesia de Tenango, un  tendajón de Amecameca, una victrola qué aun toca y decenas de objetos más se exponen en este museo desde hace 29 años.

    Entrevistado por AMAQUEME, el director de este singular inmueble, Ricardo Flores Ávila aseguró que la colección actual proviene de todos los países del mundo y abarca diferentes épocas de la historia.

   Aseguró que nunca fue la idea de crear un museo, pero todo comenzó en los años 70 cuando decidió coleccionar objetos con algún valor histórico y gradualmente el número creció el forma considerable hasta llegar a miles, que al paso de los años, compró, rescató o le donaron.

   Dijo que cada pieza que hay en el museo fue investigada de qué fecha data y para qué se usaba.

   Explicó que el gusto por el arte lo acercó a artistas, pintores, promotores culturales que se fueron sumando a sus amistades y ellos mismos, al visitar su domicilio en este municipio, donde Ricardo acomodó sus piezas, se sorprendían de los objetos curiosos y su historia propia.

   Dijo que empezó a invitar a amigos y familiares, por lo que 1991 funcionarios del Centro Cultural del Estado le dijeron a Ricardo qué “La casa de Madera” se convertiría en el primer museo de artes aplicadas.

    La reportera tardó más de dos horas en recorrer las instalaciones.

   Al entrar se encuentra el tendajón, que data desde 1873, proviene de Amecameca y pese al paso del tiempo, está completo, pues todavía hay refrescos y velas.

   El resto del museo está dividido en la época prehispánica, conquista, colonia, independencia, reforma, la revolución; además de que tiene una pulquería, una cocina de barro, una botica, los primeros teléfonos y un área de piezas religiosas.

   El Director dijo que cada uno tiene su propia historia.

   Además de todo lo anterior, existen espacios destinados a juguetes, trastes, pinturas, imágenes, herramientas, ropa, huesos, zapatos y cosas inimaginables se pueden observar.

   Actualmente, está restringido el acceso a grupos grandes de visitantes por la pandemia del Covid-19 y algunas áreas están cerradas al público; sin embargo, abre a diario.