13 de marzo
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Mónica Martínez Rivera

    ECATZINGO, Méx.- La alcaldesa Rocío Solís Robles volvió a desoir demandas vecinales para destituir al comisario de la policía por presuntos hechos de corrupción y no hacer nada para inhibir el incremento delictivo.

   En lo que va de la presente administración emanada de MORENA, es la tercera vez que pobladores exigen lo anterior con resultados negativos

   El vierrnes nueve de octubre, un grupo de habitantes volvió a demandar el cese de Luis Sosa  Hernández, luego de que la noche anterior presuntamente liberó a dos jóvenes que robaron un Tsuro en Tecomaxusco.

   Este hecho generó la molestia vecinal, reuniéndose más de 500 vecinos frente al estacionamiento para golpearlo.

   En los hechos, también quemaron una patrulla, voltearon y apedrearon ocho más de diferentes municipios y agredieron a golpes al fiscal regional y a una treintena de uniformados.

   El robo del vehículo se sumó a una larga cadena de asaltos en la calle, robo y secuestro de vehículos cometidos en los más recientes dos meses.

   Pese a ello, la munícipe se mantuvo firme en su postura de no remover al jefe de la policía.

   A principios de la administración, el comisario fue denunciado de ordenar la agresión contra de un joven discapacitado que llegó a visitar a un familiar a Tecomaxusco.

   A partir de ahí se han registrado diversos movimientos sociales en los que Sosa Hernández ha intervenido en forma cuestionable.

   El 11 de abril, por órdenes de la presidenta municipal, policías a su mando intentaron retirar varios puestos ambulantes colocados sobre la calle Xico, hecho que generó enojo y molestia de comerciantes afectados y de la comunidad en general.

   Un mes después, el 27 de mayo, durante un operativo intermunicipal en Tlacotompa se aseguró una mula y un caballo en caminos de sacacosechas cargados con polines de madera, trasladándolos a la comandancia en Ecatzingo, lo que causó la molestia de vecinos, pese a que se trató de un caso de tala clandestina.

   Minutos más tarde arribó a la comandancia un grupo mayor a 30 pobladores, para exigir la entrega de los animales con su carga, agrediendo al comisario y apedreando varias patrullas de Ozumba, Tlalmanalco, Ecatzingo, Tenango del Aire y Ayapango.

    Cuatro días después, a los policías se les impidió la entrada al pueblo, pues pretendían detener a quienes golpearon al comisario, lo quem llevó a los pobladores a tocar las campanas de la iglesia con ese propósito, amenazando con defenderse si los uniformados cumplían con su objetivo.

    A partir de esa fecha, la presidenta municipal ha recibido demandas para destituir al comisario, pero se niega a hacerlo, manteniéndose firme en su negativa.

    Este medio de comunicación ha denunciado presuntos abuso de autoridad de Luis Sosa en contra de sus oficiales, que lo han acusado de maltrato o de negarles combustible y equipo necesario para realizar adecuadamente sus labores de vigilancia diarias.

   Asimismo, fue evidenciado de obligar a oficialñes a cuidarle un “gotcha” de su propiedad, lo cual hacen en sus días francos y sin goce de sueldo

   La noche del 30 de septiembre se registraron varios asaltos cometidos por cuatros sujetos armados a bordo de un Versa color gris, como fueron los casos de una tienda y dos personas, a quienes les quitaron sus celulares y dinero.

   No obstante, cuando varios vecinos le exigieron al comisario activar la alarma sísmica, se negó a brindarles seguridad, lo que aumentó su enojo.

   La inconformidad poblacional detonó la noche del ocho de octubre con el robo del Tsuru y la liberación de los presuntos responsables que terminó con los hechos antes descritos.

   Pese a ello, Rocío Solís Robles aseguró a los inconformes que mantendrá en su cargo al encargado de la seguridad pública.