12 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

    ECATZINGO DE HIDALGO, Méx.- La poliomelitis que padece desde su nacimiento no  ha sido obstáculo en la vida personal y productiva de Juan de La Rosa Vergara, considerado uno de los mejores artesanos de piedra en la región.

   Nuestro personaje, oriundo de este municipio se especializa en metates con su metlapil que al paso de los años ha ido perfeccionando y gracias a ello los ha venido en diferentes estados de la unión americana, en España y Francia, por citar los sitios más alejados.

   Orgulloso de su oficio, reconocido en la región, Juan asegura que sus metates son un utensilio de uso obligado en las cocinas de hogares de Estados Unidos y los países europeos citados, que gustan de la artesanía nacional.

   Entrevistado por AMAQUEME en su taller, afirma que las limitantes físicas de su padecimiento, que lo dejaron marcado, no son un freno para desarrollar su diaria actividad y es considerado el único en hacer molcajetes y metates.

    Juanito, como es conocido y llamado en su barrio y municipio, subraya que ha entregado un cuarto de siglo, de sus 67 años de vida, a la creación de  las llama en broma, licuadoras de piedra.  

    Con cincel, marro y cortada eléctrica va dando forma a la piedra en bruto hasta obtener la figura previamente contemplada, que previamente visualiza mentalmente, pues no las dibuja para acordarse.

   En su jornada diaria, utiliza audifonos grandes para reducir el ruido.

   Pese a su limitante física, el artesano se mueve a sus anchas por donde quiere y nadie le ayuda, sostiene, en sus creaciones, ni siquiera para mover las pesadas piedras que son la materia prima básica en su trabajo.

    Cuenta que al día realiza tres molcajetes, invirtiendo de tres a cuatro horas, dependiendo el tamaño y la complejidad de cada pieza.

   Lamenta que pese a la calidad de su trabajo, tiempo y esfuerzos en su producción diaria, los precios de sus molcajetes se desplomaron en este año debido a la actual pandemia.

    Recuerda que en octubre de 2008 ganó el tercer lugar de un concurso realizado por la SEDESOL en la Ciudad de México en la modalidad de cantera y lapidaria, donde compitió con más de 300 participantes de todo el país.  

    Asegura que su oficio le da para vivir bien.

   “No es hacerse rico uno, sino hacer por los demás lo que se pueda”, es una frase acuñada por él, que aplicada en su vida diaria.

    Comenta que fue empleado de l Secretaría de Recursos Hidráulicos, que abandonó para regresar a su municipio con la finalidad de hacer cualquier cosa en beneficio de sus vecinos, porque en su trabajo burocrático se sentía inútil.