12 de marzo
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Valeria Ramírez del Ángel

    TEPETLIXPA, Méx.- José Roberto Meléndez Espitia aprendió a tocar el violín desde temprana edad, instrumento que le ha permitido pisar escenarios con reconocidas sinfónicas.

   En entrevista con la reportera de AMAQUEME platicó que a lo largo de su vida ha tenido diferentes obstáculos, lo cual no le han impedido cristalizar sus sueños.

   A sus 32 años, este jóven sigue preparándose porque considera que no es una limitante para la música.

    «Empecé desde joven, pero ya de manera profesional a los 20 años; fuí haciendo pausas porque estudiaba ingeniería pero me llamó más la música”, externó.

    Recordó que sus inicios fueron en la casa de cultura de Ozumba, y a falta de un violín propio, ahí se lo prestaban, pero tenía que llegar temprano para ensayar,  hasta que las clases comenzaron a ser más complejas y ello lo forzó a comprarse uno.

   “Me salí del taller, luego me dieron una beca y me pude comprar un violín, y regresé, desde ahí no lo he dejado», señaló.

   Aseguró que orden, disciplina y sacrificio han sido la base para que siga preparándose  en la música y preparando a quienes desean aprender.

   «Actualmente doy clases en la casa de cultura de Ozumba y Tepetlixpa, me gusta enseñar y  compartir el mismo gusto por la música, pues se tiene el concepto de que está música es para cierto público y pues no es así», comentó.

   Refirió que ha tocado en escenarios como el Auditorio Nacional, el Centro Cultural Bicentenario y en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México, al lado de la filarmónica de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la Sinfónica Metropolitana, Nuevo mundo y actualmente es parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil e Infantil de Ixtapaluca.

   Asimismo ha recorrido diferentes estados de la república como Chiapas, Puebla y Oaxaca.

   «Desde pequeño he estado en diferentes lugares en los que he participado y tocado con grandes músicos de la zona y con orquestas», citó José Roberto.

   Explicó que el violin es un instrumento que permite tocar cualquier género, como música prehispánica, clásica, huapangos y orquestas, aunque afirmó que también es complicado por el movimiento de las manos, ya que también puede causar fracturas.

   Experto en su manejo, asentó que un mal movimiento causa un mal sonido.

   De igual forma explicó que hay diferentes tallas de violines como ¼ o 1/2 dependiendo el tamaño de la persona.

    «En el violín no hay una separación que te den los tonos y por eso es complejo a diferencia de otros como la guitarra y el piano que ya te dan la nota», precisó.

   Con la espalda recta y el cuerpo relajado, colocó su violín entre la clavícula y barbilla, formando un ángulo con su brazo izquierdo, recto hacía el cuello, interpretó  Gavotte de J. S Bach.

Actualmente, este talentoso joven se encuentra estudiando en la escuela de Bellas Artes del municipio de Ixtapaluca.