14 de marzo
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Martín Sánchez – Jorge Martínez

IXTAPALUCA, Méx.- Padre e hijo fueron defraudados por un empleado de la sucursal automotriz ‘Suzuki’ localizada en este municipio.

En entrevista con AMAQUEME, el afectado, Héctor Ferrer denunció que en septiembre anterior realizó la compra de un automóvil semi-nuevo en dicha sucursal ubicada en la avenida Cuauhtémoc 708, colonia Santa Barbara con el vendedor Jesús Uriel Conde Jiménez, quien les presentó un «plan maravilloso»para convencerlo.

Reveló que días después, Jesus Uriel los contactó para ofrecerles el cambio de su automóvil semi-nuevo por uno nuevo, con un incremento en el pago de las mensualidades, lo cual él aceptó y entregó su vehículo para efectuar el cambio correspondiente.

«El tipo éste me engañó, porque después desapareció y me quedé sin el nuevo y sin el usado», aseveró.

Dijo que ya levantó una demanda en contra del vendedor e invitó a a otras personas a denunciarlo, si también han sido defraudadas por él.

Reveló que su hijo también fue defraudado por la misma agencia, pues anteriormente compró un automóvil que a los pocos días empezó a presentar problemas mecánicos, por lo cual acudió a las instalaciones para que lo arreglaran.

Dijo que su hijo recibió la promesa de cambiarle el automóvil por otro que no tuviera ninguna falla, y lo convencieron a dejar el suyo, mientras iniciaban los trámites correspondientes para entregarle el otro, lo cual nunca ocurrió.

El miércoles 23, el reportero de AMAQUEME acompañó a las dos víctimas a una entrevista programada a las 12 horas con directivos de la agencia ‘Suzuki’ para platicar sobre la situación y llegar a un acuerdo, cita a la cual no asistió la persona que se comunicó con ellos.

Guardias de seguridad que trabajan en la agencia, al notar la presencia de las cámaras de AMAQUEME inmediatamente intentaron intimidar a los defraudados, lo que obligó la intervención de una empleada de la sucursal que los invitó a ingresar y platicar sobre su caso.

«No nos solucionaron nada. Simplemente nos dieron falsas esperanzas comentando que debemos seguir con la demanda, pero no contra la agencia, si no directamente con el trabajador hasta que den con él», comentó el señor Ferrer.

Informó que el monto del fraude asciende a más de 360 mil pesos, hecho que la agencia automovilística reprueba, pero se deslindó de su empleado, lavándose las manos, argumentando que lo más conveniente es realizar la demanda a su trabajador y no a la empresa.