13 de marzo
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IXTAPALUCA, Méx.- Jorge Arturo Linares Hernández, de 47 años, confirmo antes de morir que las pistolas sí las maneja el diablo, porque accidentalmente se dio un disparo en la cabeza con la escuadra calibre 22 que maniobraba.

   Su muerte tuvo lugar minutos antes de las 21 horas del martes cinco de enero frente a su casa, en la calle Colorines esquina Jarillas de la colonia Plutarco Elías Calles.

   Familiares del occiso informaron a policías de la Secretaría de Seguridad estatal que se llegó tomado a su casa y se metió a su recámara, saliendo minutos después con una pistola en la mano, presuntamente con la intención de limpiarla.

   Dijeron que por motivos que desconocen salió a la calle y repentinamente escucharon una detonación, y corrieron hacia él, encontrándolo tirado frente a la puerta sobre su costado izquierdo.

   “En pocos segundos le empezó a sangrar en forma abundadmente del lado izquierdo de su cara, observando que el orificio del proyecto le entró en la mandíbula y le casuó graves lesiones internas”, detallaron los oficiales a este medio de ciomunciación regional.

   Indicaron que fueron informados de este hecho por familiares de Jorge Arturo, que se negaron a revelarles sus nombres.

   Al domicilio arribaron tres elementos del grupo FAR, perteneciente a la región Región XLV Ixtapaluca.

   Los elementos aseguraron que la presencia de paramédicos de protección civil fue inútil, porque el hombre ya había fallecido cuando lo auscultaron.

   Informaron que junto al cadáver quedó la pistola tipo escuadra calibre 22 con cachas blanca y plateadas, de aproximadamente 20 centímetros y en sus pies un cartucho útil calibre 22.