12 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

CHALCO, Méx.- Originarios de Oaxaca y por la necesidad de trabajar, ahora radicados en la alcaldía de Iztapalapa, de la Ciudad de México,Gabriel y Carmelo Acuña, diario recorren municipios de la región, cargando su pesado organillo a la espalda.

   El reportero gráfico de AMAQUEME los encontró en una calle de Chalco y platicó con ellos.

   Confiaron que debido al tiempo que han cargado su organillo y el peso de este, cercano a los 50 kilos, ambos presentan serios problemas de columna y cintura, además de tener callos en la espalda.

    Dijeron que sus jornadas son de al menos 12 horas diarias, recorriendo varios municipios de la región oriente.

   Externaron que recientemente se hacen acompañar de María de la Luz, pareja de Carmelo.

   Confiaron que el instrumento de madera no es suyo y deben pagar una renta semanal de mil 50 pesos, primera obligación  que deben cumplir y luego esforzarse para obtener su ganancia, que señalaron, es variable y se reparten en tres partes iguales.

   Asi trabajan diario, Gabriel, Carmelo y Mary.

    Dijeron que aprendieron a tocar el organillo gracias a su padre Gabriel Acuña, hoy de 68 años, que lo trabajó más de 40, convirtiéndose ellos en la segunda generación.

   Ahora, los dos han transmitido sus conocimientos a uno de sus hijos, para dar paso a la tercera generación de la familia.

    Los organilleros explicaron que de haber comprado sus uniformes nuevos, hubiesen gastado 600 pesos, lo cual les obligó a buscarlos por piezas sueltas en los tianguis, para que les salieran más baratos.

   “Lo único que tenemos que conseguir nueva es la gorra, que cuesta entre 100 y 150 pesos”, indicaron los hermanos.

   Enfatizaron que la pandemia les ha perjudicado bastante en sus ingresos diarios, ya que han perdido muchas plazas para trabajar, entre ellas los panteones, donde frecuentemente los contrataban para llevar música a algún difunto y en ocasiones les daban de comer y les pagaban bien.

   Gabriel, de 36 años, comentó que él tiene que cargar el pesado organillo  aún a costa de su espalda lastimada, ya que su hermano Carmelo de 45, le es imposible por dolencias más serias.

   En tanto María de la Luz integrante del trío, refirió que apenas tiene tres años de haberse integrado al trabajo, luego de perder su empleo en una fotocopiadora.  

   Los tres familiares trabajan miércoles o jueves en el crucero de la avenida Vicente Guerrero y prolongación del mismo nombre de Chalco.

   Por último, pidieron a automovilistas y transeúntes ser empáticos con ellos obsequiándoles alguna moneda.