12 de marzo
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   AYAPANGO, Méx.- Desde adolescente, David Pérez Tenorio se ha caracterizado por su perseverancia y lucha para coinseguir lo que se fija.

   Primero se casó a los 19 años.

   Su siguiente objetivo fue culminar su licenciatura y lo hizo con honores en el Centro Universitario UAEM-Amecameca, en administración.

    Entre lo primero y lo segundo, pasaron al menos tres años, en los que para sobrevivir, David trabajó en el taller de herrería de su padre, como albañil, en el campo y aprendió a hacer helados.

    En entrevista con AMAQUEME, confió que vendiendo helados en calles de Pahuacán, su tierra adoptiva, pagó su carrera y empezó a mantener a su esposa, María Griselda, pero las responsabilidades y los gastos le aumentaron con la llegada de Cristal, su primera hija, hoy de 14 años.

   Fueron tiempos díficiles, sostiene, pero nunca se achicó, porque, sabía lo que quería en la vida.

   “Seguí vendiendo helados que yo mismo preparaba, pero me daba pena salir a la calle a venderlos, por eso primero pegaba el grito de helados y me escondía, la gente volteaba y no me veía y eso sirvipó comom estrategia”, rememoró con evidente orgullo.

   Recordó que en sus inicios fiaba los helados o sus clientes, principalmente amas de casas le pagaban con gallinas, guajolotes, sopes o maíz, que llevaba a su casa para comer.

   En el 2011, ya con el título en la mano, pero sin ninguna experiencia, se dio a la tarea de encontrar trabajo, no sólo para desarrollarse profesionalmente, sino por la urgencia que representaba mantener dos bocas.

   Su perseverancia, subraya, ha sido el motor que impulsa su vida y asi logró entrar a la academia de policía de la Ciudad de México, paso obligado para ingresar al área de inteligencia, su verdadero objetivo.

   Preciso que ahí  se fogueó y aprendió lo suficiente para volver a ponerse otra meta, entrar a la policía federal, hoy Guardia Nacional, también al área de inteligencia.

   Desde niño David ha practicado el deporte, especifícamente, futbol y fronton a mano, donde por su innata habilidad muy pronto fue subiendo de nivel hasta ser reconocido como uno de los mejores frontonistas de la región oriente, que lo ayudó a convertirse en seleccionado de la policía federal.

    Citó que formó parte de un representativo que participó en unas olimpiadas de la policía, donde se coronó campeón nacional y estuvo a punto de ir a Chicago a un torno internacional, pero se vino el cambio de gobierno federal y ello le quitó la oportunidad y el patrocinio de la Guardia nacional,  porque le suspendieron el pago del avión, hospedaje y alimentos.

   Sus origenes, afirmó, son humildes, y debido a ello está muy involucrado en las tradiciones culturales y religiosas de Ayapango, donde siempre participa y coopera, lo que le valió la estima y el cariño de decenas de ayapanguenses que siempre lo han visto como un joven esforzado y sencillo.

   En la actualidad, a sus 33 años, David Perez Tenorio, o el “chino” Pérez, como le conocen en todo Ayapango es un perssonaje popular y estimado, que ya se pIso un nuevo objetivo.

   Gracias a su estabilidad económica, profesional y personal, afirmó a AMAQUEME, busca regresar a su comunidad, lo que le dio en forma abundante y desprendida.

   Su objetivo es social y prometió informar muy pronto de lo que se va a tratar.-