
Jorge Martínez Cordero
CHALCO, Méx.- El conocido dicho de “febrero loco y marzo otro poco” se cumplió en esta cabecera, pues un repentino remolino hizo volar la estructura metálica de un toldo que cayó en la calle sobre un vehículo compacto.
Ello sucedió la tarde del miércoles diez de marzo en la calle de Vicente Guerrero, donde vive el propietario del pabellón, quien no quiso dar su nombre, pero asumió la responsabilidad del perjuicio e informó a AMAQUEME que pagaría la reparación del vehículo.
El Vento resultó golpeado en la cajuela cuando se encontraba estacionado en dicha vialidad y repentinamente se presentó dicho fenómeno natural, cerca de las 16:00 horas.
Cuando el reportero acudió al sitio, quien dijo ser el dueño de la estructura, aseguró que ya se había arreglado con el propietario del vehículo para hacerse responsable del desperfecto.
En entrevista, aseveró que el pabellón lo tenía en el patio de su casa para protegerse del sol, pero no estaba asegurado a ningún soporte y no se imaginó que los vientos formaran un remolino dentro de ella y se lo llevaran por los aires.
Debido a que la lona y los tubos de fierro quedaron regados en la calle, el flujo vehicular entre Nicolás Bravo y Francisco Javier Mina, donde fue el percance se vio interrumpido por casi media hora.
Durante ese tiempo, familiares del dueño de la vivienda aprovecharon para retirar pedazos rasgados del toldo que terminaron en el piso, pero que afortunadamente no causaron otros daños.
“Todo fue de repente, sólo se escuchó un golpe en seco, no se sabía que había pasado hasta que salí de mi negocio y vi que el techo había golpeado al automóvil, contó Rubén Zamora, dependiente de un negocio cercano.
Policías de tránsito municipal cerraron al tráfico la calle, en tanto retiraban los tubos y la lona, informando que no fue necesaria la presencia de ningún grupo de rescate o protección civil para atender a personas lesionadas, abriendo la circulación pasados los 30 minutos.