12 de marzo
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Alma Abilene Figueroa López

   CHIMALHUACÁN, Méx.- En los “mamaderos” ubicados cerca del cerro que divide Ozumba y Tepetlixpa existieron hace más de 50 años unas paredes, donde los niños y jóvenes hacían hoyos y al pegar la boca y succionar salía agua.

Fue un lugar emblemático de esta comunidad qque desapareció y en su lugar se construyó una cancha de futbol.

   En entrevista para AMAQUEME, Isabel Higuera Pineda, hoy de 84 años, oriunda de San Vicente Chimalhuacán, recordó lo que ella vivió y pasó en «los mamaderos» cuando era joven.

   El lugar, asentó, fue bautizado con ese nombre por pobladores de Chimal y sus alrededores, porque sólo chupando o succionando los hoyos de las paredes, imitando a los bebés cuando toman pecho, se podía sacar agua.

   La reportera la acompañó al sitio donde pasaba un río con agua muy limpia, a la que la señora acudía a lavar su ropa en compañía de sus hijas, mientras sus hijos pastaban a sus animales.

   Dijo que toda su  familia acudía a ese sitio y su esposo rascaba un hoyo en la tierra, el agua brotaba de inmediato y ella aprovechaba para lavar.

   “En ocasiones hasta bañaba a mis niños, pues el agua era suficiente para eso y más”, recordó.

   Dijo que su esposo construyó un jacal en un terreno cercano que bienes comunales le otorgó y aunque a ella no le gustaba, en ocasiones caminaba hasta donde se encontraba para llevarle sus alimentos.

    Manifestó que lamentablemente se tiraron las paredes de “los mamaderos” para construir la cancha deportiva y el río se entubó para que a nadie le faltara el agua, según les dijeron a los vecinos.

   Afirmó que la medida resultó contraproducente, pues actualmente a ella no le llega agua a su domicilio.

    “La modernización es buena, pero en ocasiones afectan a quienes vivíamos felices con lo poco que teníamos, y hoy en día podría ser un atractivo turístico”, aseguró Isabel.

   Mientras camina por las veredas por donde paseaba de joven, la entrevistada , afirmó que el lugar donde estaban “los mamaderos” ha cambiado bastante y ya no lo reconocía por el paso de los años y duda si el cambio verdaderamente ha sido en beneficio de los habitantes de Chimal.

   Hoy en día, el cerro está poblado y en lo que fue un río de aguas cristalinas, hoy corren aguas residuales.

   Isabel aseveró que la población joven ya no recuerda “los mamaderos”, pero en su mente siempre quedarán hermosos recuerdos que vivió junto a su esposo e hijos.