13 de marzo
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Elección consecutiva

**Miguel Ángel Sánchez Ramos

   El constituyente revisor denominó elección consecutiva a la reelección para que el ciudadano no sintiera de golpe la modificación y sus aversiones por la reelección, aquella que causó la revolución de 1910 y las matanzas posteriores como la de Venustiano Carranza o la de Obregón.

    Pero bueno, llamaron en 2014 elección consecutiva, pero usted y yo sabemos que se trata de una reelección, permitida a ayuntamientos, diputados locales y federales, y a senadores.

Por ahora no a gobernadores y presidente de la república; pero nos pueden sorprender rápido.

     La reelección desde la teoría, en específico la corriente del voto retrospectivo, la califican como una oportunidad para la evaluación del gobierno, del representante popular o político.

    Si éste hizo un trabajo con desempeño adecuado contará con el voto de su electorado, si su trabajo lo hizo mediocre contará con el castigo y el voto en contra.

    Otra corriente, la de la profesionalización del político, afirma que la reelección le permite al político perfeccionarse en el desempeño de la función y convertirse en un profesional de lo que hace, por lo tanto, es buena para mejorar los perfiles de

los políticos.

    Será la teoría, pero el mexicano no califica o calificaba (esto se verá el 6 de junio) de manera aceptable a la reelección.

    La considera grotesca, ofensiva, ha manifestado su oposición, un poco por los ideales de la revolución de 1910 y otro tanto porque la clase política mexicana no ha tenido mucha rotación.

    En la región de los volcanes, en 13 municipios monitoreados, 10 presidentes han caminado para la elección consecutiva: Ixtapaluca, Valle de Chalco, Chalco,

Tlalmanalco, Amecameca, Atlautla, Ayapango, Ozumba, Tenango del Aire y Ecatzingo.

    Todas y todos los alcaldes de estos municipios están seguros que han gobernado de forma excepcional y cercanos a sus comunidades, por eso han decidido solicitar su voto nuevamente, apuestan a ser reelectos. ¿será?

    En un estudio de opinión pública levantado por el autor de este artículo, hace un par de meses, se constató que, en la región referida arriba, el 80% declaró estar en contra de la reelección.

    Sólo 2 de cada 10 aceptan la elección consecutiva. Si esta tendencia se mantiene, varios alcaldes tendrán que entregar el gobierno.

    De los 10 alcaldes que andan buscando la reelección, algunos han hecho un trabajo con este propósito desde el principio del trienio y se han distinguido por sus acciones cuidadas y con contenido, incluso en la pandemia se vieron como adelantados, como puede ser el caso de Ayapango, Ixtapaluca, Ozumba, (incluso el contagio del virus al presidente puede favorecerle) y Chalco, son expresiones que pueden ir un poco más avanzados en sus propósitos.

    La elección consecutiva requiere de un proyecto de alta sutileza política y de una campaña permanente, para que el voto aprobatorio sea dado de una manera muy convencida y fácil por parte del elector.

   No se puede buscar en el último momento y aproximado al periodo de las elecciones.

    El pueblo no olvida tan pronto.

     En este proceso de elección consecutiva, ¿cuántos regidores y síndicos de la planilla actual acompañarán en este propósito al presidente? ¿Los que no han sido considerados lo han tomado con madurez política y colaborarán a ver

reelegirse al presidente y ellos no?

    Elegirse desde el gobierno facilita el uso de recursos y programas, vínculos hechos desde la operación del gobierno, condicionamientos de subordinados y un largo etcétera; para que sea democrática la competencia, se requiere suelo parejo.

    En México iniciamos construyendo este tipo de competencias con reelección, aquí les piden dejen el cargo, en otros países no es así.

    Veamos con detenimiento el desenvolvimiento de esta contienda electoral en donde se manifiesta el deseo de los políticos de una elección consecutiva.

  Puede ser la primera lección para electores y elegidos.

  ***Director del Centro Universitario UAEM-.Amecameca