12 de marzo
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   SAN MARTÍN CUAUTLALPAN, Méx.- Seis veces le dispararon a Roberto Gorostieta Enríquez de 17 años para robarle su celular la mañana del sábado uno  de mayo.

   Este alevoso crimen se cometió mientras el adolescente amarraba una lona de un puesto sobre ruedas donde trabajaba ayudando a vender frutas, verduras y legumbres.

    Roberto recibió dos balazos en un pulmón, otro en la cabeza y tres en la espalda.

    El asesino escapó en una bicicleta con el teléfono móvil que le robó al menor de edad, así lo informaron testigos a su familia.

   Roberto quedó tendido sobre la banqueta de la calle Ignacio Zaragoza del barrio “El Olivar”.

    La familia del muchacho asesinado hizo pública su indignación porque el crimen se cometió a unos metros de la delegación y del nuevo módulo de policía.

    Entrevistados por AMAQUEME, aseveraron que los oficiales que se encontraban en turno no quisieron hacer nada, ni siquiera llamar una ambulancia mientras Roberto se desangraba. 

   “Había tres policías y ninguno quiso prestar ayuda, uno de ellos dijo que su turno estaba terminando y que tenían que entregar el módulo en orden y limpio y no podían hacer nada”, aseguraron.

   Señalaron que el cuerpo del joven permaneció tirado por siete horas, hasta las dos de la tarde, cuando fue levantado y llevado al SEMEFO de Chalco0 para posteriormente entregárselo cerca de las cuatro de la mañana del domingo dos.

   La tarde del lunes tres, Roberto Gorostieta Enríquez fue acompañado en cortejo fúnebre por familiares, amigos y pueblo en general hasta el panteón para ser sepultado y darle el último adiós.

    Momentos antes del sepelio, la familia acompañada de amigos y vecinos acudió al módulo de policía mencionado para manifestar su inconformidad y pegar cartulinas exigiendo justicia para Roberto.