12 de marzo
11

   SAN RAFAEL, Méx.- Con la esperanza de obtener un crédito para invertirlo en su negocio de ropa tejida, Alejandra Castillo Galán pidió un préstamo de 30 mil pesos a la financiera “Crédito Mujer Independiente”, terminó pagando más de 12 mil y no le dieron nada.

   Entrevistada por AMAQUEME, la señora, madre soltera de un hijo con parálisis cerebral informó que se dedica a tejer prendas de ropa para subsistir.

   Dijo que con ese propósito, navegando en internet supo de la existencia de dicha financiera con sucursal en Amecameca y decidió solicitar un préstamo.

   Oriunda de esta comunidad, indicó que acudió a sus oficinas y le dijeron que se lo darían, pero tenía que hacer un ahorro inicial y un primer depósito de seis mil pesos para liberárselo.

   Aseguró que para hacerlo, tuvo que pedirlos a rédito.

   “Cada que hacia un depósito me llamaba otro ejecutivo y me pedía más para aprobarme el préstamo, cuando según ya estaba listo, una señorita me llamó para avisarme, pero me dijo que necesitaba hacer otro pago final de tres mil 410 pesos para que me hicieran el reembolso en BANAMEX”, detalló la entrevistada

   Dijo que presuntamente depositando esa cantidad finalmente le liberarían los 30 mil pesos, pero una vez que pagó, nuevamente otra ejecutiva le solicitó dos mil 900 pesos más, explicándole que era la comisión del banco.

   Fue entonces cuando Alejandra decidió no entregar más dinero, pues ya les había depositado 12 mil 900 pesos.

   Señaló que se comunicó con una ejecutiva a la sucursal de la financiera “Crédito Mujer Independiente”, que se encuentra en la calle del Rosario en Amecameca, cansada ya de tantas largas sin ninguna respuesta y cuando le preguntó la fecha en la que finalmente le liberarían el crédito, no obtuvo respuesta y le colgó el teléfono. 

    Alejandra decidió entonces denunciar el fraude a la opinión pública para que le hagan justicia y no engañen a otras personas.

   “Uno lo hace por necesidad, yo lo hice para hacer mis suéteres, gorros, bufandas y lo que me pidan, pues tengo un hijo con una discapacidad, mi mamá es de la tercera edad, vivo con mi hermana que me ayuda con la comida, el dinero era para invertir en mi negocio”, aseveró Alejandra.