13 de marzo
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Después de las elecciones

***Miguel Ángel Sánchez Ramos

   Después de las elecciones y con base en los resultados oficiales, se aprecia que el elector decidió pluralidad en la composición de la cámara de diputados federal, no inclinarse por darle a un partido o coalición el poder de una mayoría calificada.  Pero sí una mayoría absoluta.

   Esto significa que el poder ejecutivo federal podrá sacar sin problemas sus proyectos de presupuesto en estos tres años siguientes.

   En la composición de la cámara local del Estado de México queda más claro el mandato ciudadano de obligar a los políticos a consensar en lugar de imponer sus mayorías.

   Sin embargo, la tradición impone la línea de las mayorías en lugar de construir consensos, en ese sentido, en la cámara local jugarán un papel de definición los partidos Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano.

   Son estos últimos los que pondrán mayoría a cualquiera de los bloques, Morena y aliados o PRI y aliados.

   Qué bueno sería que los programas y definiciones de políticas de este congreso fueran resultado de discusiones amplias y de fundamentación deliberativa y no de coyunturas financieras o de compra de voluntades.

   Insistimos en que merecemos negociaciones por principios y no por intereses.

   En las elecciones municipales se confirmó lo que habíamos mencionado, los triunfos están basados en pocos votos, hay municipios ganados con porcentajes que fluctúan entre el 20 y el 50%.

   Los que han ganado con porcentajes menores al 50% tienen el gran reto enfrente de lograr legitimarse con acciones que redunden en el beneficio de la comunidad, programas que se dirijan a mejores condiciones de vida, gobernar para todos, dar oportunidad de expresiones diversas y dar trato respetuoso e igual a todos.

    Se confirmó que el electorado regional no está a favor de la reelección como fórmula democrática.

   La reelección fue procedente en municipios en donde los acaldes trabajaron desde un inicio de campaña permanente como son los casos de Chalco, Valle de Chalco, Ayapango, Tenango del Aire y Ozumba.

   En ese orden respectivamente sus porcentajes de votos, 50%, 47%, 42%, 37% y 30%.

   Esta lección sin dudas será asimilada por los políticos que hoy tienen la oportunidad de reelegirse.

    La gran sorpresa fue el caso de Ixtapaluca donde la presidente parecía que podía ganar la reelección, sin embargo, el electorado de ese municipio no deseó confirmar el triunfo y prefirió optar por Morena.

   Esto subraya que la reelección no es un tema que convenza demasiado al ciudadano.

   Es muy sano este pensamiento, da mejores oportunidades de gobierno y de calidad de este.

    La elección en el estado de México, como antesala a la elección de gobernador, registró una participación poco mayor a los 6 millones y medio de electores. Ningún partido por sí logró más de un millón de votos.

    El PRI y aliados junta alrededor de 2 millones y medio de votos; Morena y aliados acumula un poco más de los dos millones de votos.

   El PVEM y MC juntos tienen alrededor de 700 mil votos.

   Véase como estos últimos pueden ser cotizados para una alianza decisiva para la elección de gobernador.

   A partir del 6 de junio, ningún partido puede cantar delantera para la elección de gobernador en el año 2023.

    Así que vamos a presenciar en estos dos años una intensa movilización de intenciones, militantes, apoyos y negociaciones para construir bases que puedan dar seguridad a los partidos en tan importante propósito como lo es ganar el estado de México.

   Mirando hacia la integración de gobiernos municipales, los que tomarán posesión el 1 de enero de 2022, creemos que cuentan con el tiempo suficiente, más de seis meses, para empaparse sobre el estado real que guardan las administraciones municipales, hacer un análisis de fortalezas y debilidades de los gobiernos actuales para perfilar las acciones que deberán implementar para legitimarse y para dar respuesta a sus comunidades.

   El plan de desarrollo puede irse esbozando desde ya.

  Las negociaciones respectivas, incluida la transición, deben desahogarse con tiempo y alta tersura política.

   Que este tiempo sea utilizado a favor de esto significa contar con gobiernos no improvisadores, hay tiempo para capacitarse todos.

    Hay tiempo para planear, para gestionar por anticipado.

   Candidatos electos no desperdicien el tiempo a su favor.

   Fuimos testigos durante el tiempo de las campañas que temas como el agua (ahorita se nos olvida porque está lloviendo demasiado), la inseguridad, el empleo, son los más sentidos por la población.

   Deseamos soluciones de largo calado, alternativas que sean sustentables, que vean por el desarrollo y no sólo sean paliativas.

El reto está ahí.

Director del Centro Universitario UAEM-Amecameca