13 de marzo
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Alma Abilene Figueroa López.

    ECATZINGO, Méx.- Leticia Medina Lira, madre soltera de tres niños, se ve obligada a dejarlos solos con su abuela, para salir a trabajar como empleada doméstica en Texcoco.

    Lo hace, aseguraron sus hijos, porque es la única que los mantiene.

   En días pasadas, Leticia AMAQUEME recibió una denuncia anónima, en la que se aseguraba que Leticia había abandonado a los tres menores, lo que les obligaba a salir a la calle para buscar comida.

     En ella, se aseguraba que Leticia, originaria de Coatzacoalcos, Veracruz deja a sus hijos abandonados y como consecuencia de ello, los menores constantemente andaban en calles pidiendo comida a las personas.

    La reportera acudió al domicilio citado en la denuncia para corroborarla y aunque no encontró a Leticia, la entrevistó telefónicamente.

   Lo mismo hizo de manera personal con su madre y con sus tres hijos.

   Estos últimos desmintieron la acusación.

   En la charla, Leticia, explicó que se ausenta 15 días de su casa porque es el tiempo que permanece en Texcoco y sólo ve a sus hijos cuando regresa a Ecatzingo los días que le dan de descanso, que son dos o tres.

    “Que yo tenga que trabajar porque soy el único sustento de mi casa no quiere decir que los abandone. Habemos muchas en esta situación que tenemos que ser madre y padre para nuestros niños”, aseveró.

   Comentó que sí supo de la publicación en su contra y cuando se enteró se preocupó, porque sus hijos son lo más importante para ella, pues es por ellos que sale a trabajar fuera del municipio para llevarles lo indispensable.

   “Hasta ahorita, a nadie le he pedido para mantenerlo, me he tenido que partir en mil pedazos para mantenerlos sin pedir nada, ni al gobierno, porque sé que es mi obligación”, afirmó.

    La reportera constató las condiciones precarias del reducido cuarto donde duerme, come y se baña vive la familia, construido con tablas, techo de lámina de cartón, con sólo una ventana que cubren con cobijas, puerta desvencijada que no tapa por completo el cuadro y piso de tierra.

   También carece de luz y drenaje, debido, dijo Leticia, que con sus hijos tiene poco tiempo radicando en Ecatzingo.

    “En esta quincena que me toca descanso pienso comprar las cajas de cable para meter la luz, agua sí tenemos afortunadamente, y el piso se va a echar en estos días”, confió.

   Aseguró que está investigando quién fue la persona que se encargó de difamarla, porque advirtió que va llegar hasta las últimas consecuencias.

    Por su parte, su mamá, Maricela Lila Santos informó que hace algunos años vivió en Ecatzingo, pero se regresó a Coatzacoalcos por problemas familiares y retornó en abril con su hija y nietos.

    Refirió que hace 15 días, nuevamente volvió a Veracruz, porque unos familiares se enfermaron y durante su ausencia, personas mal intencionadas aprovecharon para difamar a su hija a través de las redes sociales.

    “Mi nieto de 16 años y las niñas están conmigo, pero como yo me tuve que ir unos días, ellos se quedaron a cargo de una de mis hijas y se trasladaban diario de nuestra casa a la de mi hija, por eso la gente los veía solos”, indicó.

   Invitó a la reportera a conocer el cuarto donde, dijo, habitan momentáneamente, pues están haciendo un esfuerzo de mejorar las condiciones en las que se encuentran.

     “Me da tristeza que la gente no es solidaria, así como inventa chismes debería apoyar, pero para ellos es mejor criticar”, sostuvo con lágrimas.

    Con autorización de la madre y la abuela, la reportera recogió los testimonios de Alexis, Gloria y Maricela, que también supieron las publicaciones que hicieron en contra de la primera a través de Facebook.

    La pequeña Gloria de diez años, dijo extrañar a su abuelito que se quedó en Coatzacoalcos, pero es feliz viviendo con Leticia y su abuela Maricela.

    Maricela, la otra hija de 11 años, sostuvo que su madre la trata bien y trabaja para darles lo que puede.

    Alexis, de 16, señaló que le gusta vivir en Ecatzingo y calificó de mentiras las acusaciones en contra de su progenitora.

    “Están mal porque no saben, nosotros no fuimos a pedir nada a nadie”, asentó el adolescente.

    Informó que estudia la secundaria abierta para tener tiempo libre y hacer trabajos eventuales para apoyar a su madre y abuela.

    “Ella trabaja, y cuando viene se la pasa con nosotros, no nos deja solos, trabaja para darnos de comer”, subrayó.

    Los entrevistados mostraron el poco material de construcción que ya tienen para empezar a mejorar su vivienda.

   Aprovecharon la entrevista para hacer un llamado a las autoridades para que, lejos de recoger a los menores, les brinden a sus familias algún apoyo para su vivienda.