13 de marzo
laberintoi

Joel Avelar de León

La chequera del tesorero…

SI JESUS TUFIÑO VILLANUEVA, TESORERO en funciones de Atlautla tenía alguna posibilidad de repetir en el cargo con la próxima administración municipal de MORENA 2022-2024-, él mismo la truncó por la forma tan deseada como se acercó al alcalde electo Luis Enrique Valencia Venegas para pedirle la tesorería.

CON LA ERRONEA CREENCIA y suposición personal, de que el dinero abre muchas puertas, días después de las pasadas elecciones del seis de junio, Jesús se entrevistó con el próximo edil, ofreciéndole dinero para quedarse con la tesorería, sin más propósito que repetir tres años más en el mismo cargo, donde como pocos, es un experto para manejar dineros del erario público, aunque está visto, no siempre de manera transparente.

SU CURRICULUM RECIENTE LO CONFIRMA.

DEBO PRECISAR, DE ACUERDO a lo que me fue revelado, que Tufiño Villanueva sí estaba considerado entre un reducido grupo de prospectos para convertirse en el futuro responsable de las finanzas públicas en el gobierno entrante.

PERO COMO DIGO, la forma tan carente de toda fineza fue la causa por la que su nombre se borrara en automático de la lista, recibiendo una fría negativa del joven edil.

LAS REFERENCIAS NEGATIVAS QUE Luis Enrique Valencia tiene de Tufiño Valencia, principalmente lo que hizo en Ecatzingo hace nueve años, fueron otro elemento de mucho peso que finalmente incidió para que fuera descartado.

COMO DIGO, CREYÓ QUE ABRIENDO la chequera sería suficiente para concretar su ansiado objetivo.

EXMILITANTES DEL DESAPARECIDO Vía Radical en Atlautla que conocen al actual tesorero, sostienen que no tiene ninguna ideología partidista, pues lo suyo, lo suyo sólo tiene que ver con dinero.

LO MISMO HA TRABAJADO con priistas como el exalcalde Aarón Villa Castillo de Ecatzingo, que militado en el desaparecido Vía Radical, partido con el que el actual munícipe de Atlautla Hermenegildo Lozada llegó a la presidencia.

MIS FUENTES ME REVELARON que durante la campaña política del 2018, Jesús también apoyó a la candidata priista Blanca Soto Carreño, pero nunca dio la cara, siempre lo hizo en las penumbras….

EL TEMA DE LA SUCESIÓN GUBERNAMENTAL en nuestra entidad y los aspirantes priistas ha comenzado a trascender al plano mediático.

RECIENTEMENTE EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN de la capital del estado se empezaron a manejar nombre como el de Elías Rescala, Ernesto Nemer, Alejandra del Moral, Ricardo Aguilar y Ana Lilia Herrera.

TODOS, EXCEPTUANDO A LA ACTUAL presidenta del comité estatal del PRI, Del Moral Vela, tienen amplia trayectoria en el servicio público.

HAY DE TODO EN ESTE GRUPO, personajes con una larga trayectoria que alterna entre la administración pública y cargos de elección popular, los que tienen trayectorias más cortas, los que ganan elecciones y han forjado solidas carreras políticas con, o sin el respaldo de los grupos económicos y políticos tradicionales  en la entidad.

EN ESTO ÚLTIMO, SIN IGNORAR sus relaciones personales, Ricardo Aguilar Castillo es el ejemplo más claro.

LAMENTABLEMENTE PARA ELLOS, PARECIERA QUE sus posibilidades se reducen a la decisión y apoyo de algunos exgobernadores, principalmente Arturo Montiel y Enrique Peña, e incluso del actual mandatario estatal, o por lo menos hay quien piensa que es así.

PERSONALMENTE CONSIDERO QUE esto es lamentable, porque hoy más que nunca los militantes priistas exigirán al partido, al o la mejor competidora, a la persona de probada experiencia en lo electoral y lo político, a la que una, convoque y no a la que sea el resultado de una lucha de vencidas y jaloneos entre  la cúpula del partido.

TAL VEZ POR PRIMERA OCASIÓN NO SERÍA una desventaja no contar con el apoyo del grupo de exgobernadores del PRI, y sí con el de la base del partido, que al final se convertirá en ese multitudinario ejercito electoral que sustancialmente aporte más al partido.

TAL VEZ QUIENES HOY SON DESESTIMADOS, mañana sean valorados por lo que hasta ahora pudiera considerarse su handicap.

CON EL TIEMPO LAS CIRCUNSTANCIAS  de cada uno de estos irán cambiando, tal vez más de uno desista de manera voluntaria y tal vez otros decidan jugársela hasta el final.