
Jorge Martínez cordero
CHALCO, MÉX.- El puente peatonal que cruza la avenida Cuauhtémoc únicamente es utilizado por dos de cada diez personas y algunos perros.
La gran mayoría de quienes atraviesan esa transitada vialidad, prefieren arriesgar su vida entre los vehículos y moto-taxis.
Por negligencia, pereza o prisa, las personas prefieren poner en riesgo su integridad física al pasar por alto la seguridad que les brinda la estructura metálica que luce la mayor parte del tiempo solitaria.
La tarde del miércoles 24 de noviembre, el reportero de AMAQUEME acudió al lugar donde permaneció el tiempo suficiente para constatar lo anterior.
Desde adultos mayores acompañados por jóvenes, hasta niños en los brazos de sus padres, es como de manera constante y de forma temeraria atraviesan la calzada, sin importar el riesgo, tanto para ellos como para automovilistas.
Cada diez minutos, entre 20 y 30 personas cruzan bajo el puente y en el mismo tiempo sólo seis lo usaron.
“No entiendo el afán de ponerse en riesgo para pasar no solo las personas adultas, sino también a sus niños que llevan con ellos, entonces para que esta el puente, de verdad no lo entiendo”, dijo Samuel Carmona, joven estudiante que de dos a cuatro veces al día cruza por el lugar.
A pesar de existir un anuncio que sugiere usar por seguridad el puente, el aviso pasa inadvertido y en ocasiones es objeto de burla por los mismos transeúntes.
El reportero de AMAQUEME pidió la opinión de un padre de familia para saber los motivos que tuvo para atravesar corriendo, en vez de subir por el puente, poniendo en peligro su vida y la de su hijo.
El joven únicamente alcanzó a decir que era una pérdida de tiempo subir y caminar sobre el puente si finalmente sólo iba a comprar unas cosas rápido y ya.
Dos jovencitas que esperaban llegar al otro lado de la avenida confesaron que les daba mucha pereza hacer la vuelta por el puente, si finalmente se fijan para cruzar y no pasa nada.
“Es increíble que por la prisa hagamos caso omiso del aviso de seguridad, me ha tocado ver algunos perros que son más inteligentes y suben la rampa, cruzan todo el camino y bajan en el otro extremo, y nosotros no lo hacemos, me da vergüenza decirlo, pero es así”, reconoció Maribel García.