13 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

   CHALCO, Méx.- Diariamente, Juan Carlos Torres recorre calles del centro para ofrecer sus botanas que le permiten ayudar económicamente a su madre.

   Nada tiene de extraordinario, excepto que Juan Carlos, de 38 años, tiene síndrome de Down y se acaba de recuperar del Covid-19, del que se enfermó en agosto pasado.

   Alegre y amistoso, aunque con dificultades para coordinar sus movimientos corporales y el habla, todos los días, por la mañana o tarde, Juanito sale de su casa a vender sus bolsitas de botanas.

   El reportero de AMAQUEME lo descubrió en una calle de la cabecera y se acercó a él para entrevistarlo.

   Confesó que aún tiene dolor de cabeza y dificultades para respirar por las secuelas que le dejó el Covid, pero no es un obstáculo para salir a trabajar y ofertar sus botanas que vende a peso.

   Algunas veces, cuando puede y se siente bien, Yolanda Aceves Mosqueda su madre de 70 años, que padece de cáncer de ganglios lo acompaña para ayudarle a cruzar las avenidas.

   Aseguró que por estricta prescripción médica y cuidado de su salud, fue impedida a seguir trabajando, dejando de acudir a los tianguis donde vendía chácharas.  

   Ambos viven en una casa rentada de la avenida Portal del Sol en la unidad habitacional Villas Chalco, donde pagan mil 200 pesos.

   La señora dijo que sólo vive con Juanito, porque sus otros tres hijos ya hicieron su vida y cuando pueden le ayudan con algunos de los gastos.

Contó que durante agosto y mediados de septiembre, cuando Juan Carlos estuvo enfermo, tuvo el apoyo de vecinos y de su familia,  pero aun así fueron y siguen siendo días duros económicamente para mantenerse los dos.

   Reveló que ella no quiere que su hijo salga a trabajar, pero él se empeña en hacerlo, pues aunque es muy conocido y querido por sus clientes y conocidos, afirmó que no falta quien se pase de listo y le robe su mercancía o no le pague lo que le compran.

   “Le da por caminar y caminar, hay veces que cruza la avenida Chalco-Mixquic para ir a vender, o a veces se va hasta el centro de Chalco, sé que es muy listo y regresa sin problema, porque ya conoce el camino, pero aun así me da mucho pendiente” refirió Yolanda.

   Dijo que el uno de diciembre pasado, su muchacho cumplió 38 años, y como regalo hubiera querido darle un carrito con canastilla delantera para que Carlitos pusiera su mercancía y dejara el viejo exhibidor que carga, pero no tuvo el dinero para hacerlo.

    Por su parte, Juan Carlos dijo al reportero que le gustaría cenar en navidad pavo, carnitas y sopa de espagueti, además de su bebida preferida, el refresco.

   Yolanda confió que las personas que lean esta entrevista y tengan la posibilidad de regalarle a Juanito el carrito que quiere, a ella una despensa con alimentos, además de dos consultas médicas, una para él, que ya le toca revisión y otra para ella, para saber cómo va de su cáncer.