12 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

    SAN MARTÍN CUAUTLALPAN. Méx.- Las tuzas y la falta de agua son las afectaciones que más perjuicios causan a los Ayacahuites que Rubén Tepehua Vera lleva dos décadas sembrando en su terreno de 1.5 hectáreas.

   El ejidatario de 50 años empezó a plantar árboles en el 2000, porque anteriormente, reveló, encargados de comisariados ejidales no les interesaba realizar bien su trabajo y no tomaban en cuenta programas que el gobierno estatal liberaba ara los campesinos.

   Su vivero se llama “Puerta de Águilas.

   Al referirse a las sequias y las tuzas dijo que “con las primeras es difícil luchar, ya que no cuento con sistema de agua corriente, por lo que debo comprar el agua en pipas y con las tusas, pues hay la llevo”.

   Para saber qué hacer en ambos casos, externó que ha buscado el asesoramiento de PROBOSQUE.

   Tepehua Vera, campesino de 70 años fue uno de los primeros ejidatarios en sembrar árboles de la especie Ayacahuite y ya rebasó dos décadas dedicándose a esta actividad.

    Confió al reportero que en años anteriores a la pandemia le iba bien, pero debido a las graves consecuencias que ocasionó en la economía, sus ventas bajaron drásticamente hasta en un 60% durante el presente año.

    Afirmó que debido ello, buen número de sus árboles que pretendía comercializar en esta temporada navideña se le quedaron en su plantío.

    Comentó que los precios de sus árboles son variables, dependiendo de su altura, que oferta de 500 hasta mil 500 pesos, garantizando la calidad del árbol, que además está certificado por PROBOSQUE.

   Señaló que en el poblado existían tres plantíos, pero dos dejaron de sembrar y vender, por razones que desconoce y únicamente queda el suyo.

   Informó que a finales de septiembre anterior reforestó su vivero, sembrando mil árboles, de los cuales espera que al menos el 80% sobreviva.

   Refirió que por la calidad y tamaño de los Ayacahuites, se ha ganado una clientela, que cada año lo busca, procedente de Chapingo, Texcoco, San Vicente Chicoloapan, Querétaro, Ciudad de México, Ecatepec, Tlalmanalco y Amecameca, pero aseguró que en este año acudieron menos compradores de los que esperaba.

Debido a lo malo de las ventas, no pudo recuperar la inversión que hizo para darles mantenimiento a los árboles.