13 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

    CHALCO, Méx.- La parálisis cerebral con la que Tania Lobaco de la Rosa nació hace 20 años motivó a sus padres a estudiar equino terapia y a certificarse para ayudar a personas, que como su hija necesitan ayuda para rehabilitarse. 

   María Elena de la Rosa Meza y Arturo Lobaco Valencia, padres de Tania decidieron afrontar la situación y no lamentarse para para sacarla adelante y cuando cumplió los diez años, fundaron el Grupo Humanitario Zona Oriente A.C.

   El grupo se encarga de brindar servicios académicos desde preescolar hasta secundaria, lo empezaron hacer hace diez años y con la equino terapia han cumplido seis.

    Entrevistados por AMAQUEME, el matrimonio dijo que durante la primera década de vida de Tania se dedicaron a tocar puertas de diversas instituciones en busca de ayuda, y aun cuando en varias la obtuvieron, en otras tantas se las negaron porque no quisieron lidiar con el problema de su hija.

    “Fue algo tan doloroso encontrarnos con instituciones que ya hasta desaparecieron que nos cerraron las puertas para darnos la ayuda que necesitábamos, por lo que cansados de ello y ver lo deshumanizadas que eran las personas decidimos prepararnos estudiando la equino terapia y el cuidado de personas, que como mi hija lo necesitaban” aseguró Arturo, presidente del grupo humanitario.

   Informó que en el 2011 fundaron la escuela y en el 2015 iniciaron con la equino terapia.

   Comentó que él y su esposa estudiaron en el Centro de Equino Terapia México-Alemania A.C (CEMAAC) en la Ciudad de México, donde obtuvieron su certificación para brindar las terapias a personas que lo necesitan, especializándose en niños.

    Arturo reveló que Tania sufrió dos paros cardiacos a los dos años, y se recuperó, pero a los cuatro, cuando la llevó por primera vez a una equino terapia, le sorprendió la reacción positiva que tuvo al tener contacto visual con el caballo y desde entonces entendió que eso es lo que quería hacer para ayudar a los que como Tania sufrían de algún mal sicomotor.

   Explicó que su escuela cuenta con un aproximado de 40 alumnos, cuatro profesoras, la directora académica que es su esposa y una doctora de medicina general, quienes se encargan del cuidado y enseñanza de los alumnos.

   Indicó que en las terapias se ayudan de “Fresa”, “Toña”, “Duvalín” y “Princesa”, sus cuatro caballos y él, su esposa y dos asistentes se encargan de las sesiones.

   El entrevistado comentó que con las cuotas de recuperación que los padres aportan, sin olvidar la ayuda de personas particulares, sostiene la escuela.

   Confió que hay padres que no tienen para pagar las sesiones, y en casos así les otorgan becas del 100% para que sus hijos reciban la atención.

   Dio a conocer que sus servicios, tanto académicos como de terapias le son solicitados de Amecameca, Tlalmanalco, Ozumba, Temamatla, Cocotitlán, Ixtapaluca y Ciudad de México.

El presidente y fundador de Grupo Humanitario dijo que los pueden encontrar en sus instalaciones ubicadas en calle Artes y Oficios número diez de la colonia Casco de San Juan, donde serán bien recibidos sin discriminación ni distinción de nadie.