12 de marzo
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Joel Avelar de León

   CHALCO, Méx.- Desde que el gobierno de la república instaló cámaras de vigilancia en diferentes escuelas de este municipio, hace aproximadamente cinco años, nunca han funcionado.

    Las primarias ubicadas en la colonia caserío de Cortés y en la calle Cantorías, de la cabecera y de la delegación de San Pablo Atlazalpan son un ejemplo de ello.

   Entrevistas por AMAQUEME, denunciaron que a consecuencia de ello, delincuentes se han metido con frecuencia a robar tubería de agua potable y los tinacos del agua.

   Afortunadamente, dijeron, en ninguno de los casos han entrado a salones, donde hay aparatos electrónicos de valor.

   Señalaron que las cámaras fueron colocadas a mediados del 2017 fuera de sus primarias, pero debido a un problema técnico menor, nunca han servido.

  Aseguraron que lo mismo ha sucedido en 22 escuelas que conforman la zona 213 de Chalco.

   Informaron que las cámaras deberían estar conectadas con el C5 de la policía estatal, lo que tampoco sucedió.

   “Incluso se nos invitó a un curso de capacitación para saber cómo funcionaban las cámaras y la forma como reaccionar en caso de un robo, pero de nada sirvió”, puntualizó por su parte la maestra María Guadalupe Méndez Pérez.

   Dijo que el personal que le instaló la suya, le comentó que también iban a colocar una antena en la escuela, lo que tampoco se ha hecho hasta la fecha.

   Dio a conocer que también fueron colocadas cámaras en secundarias y preparatorias, pero en todos los casos, no sirven.

  “El programa no se terminó, quedó a la mitad”, aseveró.

   Por su parte, la maestra Alma Guadalupe González Gómez, de la primaria Pablo Neruda pidió al presidente municipal Miguel Gutiérrez Morales ayudarles para que las cámaras funcionen.

   Refirió que el año pasado un hombre murió frente a su escuela y no se saben si lo mataron o fue por otra causa, pero causó el temor de los padres de familia.

   Externó que en la colonia Caserío de Cortés son frecuentes los asaltos en las calles, más por las noches cuando los vecinos llegan de trabajar.

   “Los padres están pensando en comprar dos o tres cámaras con sus propios recursos para ponerlas en las calles oscuras”, asentó.