12 de marzo
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Alma Abilene Figueroa López

OZUMBA, Méx. La poza de Atzinco, ubicada en el barrio del Coyote, es una fuente inagotable de agua para que jefas de familia la lleven  sus hogares o acudan a ella a lavar en la temporada de estiaje. 

   Durante el día es común observar a mujeres de diferentes puntos del municipio con sus costales de ropa o acarreando el agua en tambos, diablitos o carretillas, para almacenarla.

   Es el caso de María Hortensia López Sánchez, quien en entrevista con AMAQUEME dijo tener muchos años acudiendo a lavar a la poza. 

   “Nos enteramos de la poza cuando andábamos leñando cerca de las barrancas, ahora está cercado, pero antes no lo estaba y el agua salía muy limpia”, contó. 

Aseguró que, aunque cuenta con el servicio de agua potable en su casa, tiene ya más de tres semanas que no llega a su domicilio, y ya se le juntó demasiada ropa para lavar. 

“No nos han mandado naditita de agua, ya tenemos costales de ropa, ahorita vine a lavar esta poca de ropa que ve usted aquí,  allá en mi casa dejé otro costal y mi muchacha igual tiene ropa para lavar”, se quejó. 

   Comentó que su hija acudiría a Atzinco también a lavar, pero ella lo hace cada que le falta el agua en su domicilio. 

“Ahorita ya tenemos más de 20 días que el presidente no nos manda el agua, sólo nos dicen que no hay, y pues tenemos que buscarle”, manifestó la ama de casa

María lleva tinas y botes para llenarlos a cubetadas y acarrearlos de la poza a los lavaderos, situados a aproximadamente cinco metros para lavar su ropa. 

“Hoy que llegué temprano no han llegado aún más personas, pero me han comentado los vecinos que se llenan los lavaderos, incluso me han dicho que las señoras que vienen se van hasta las diez de la noche”, comentó. 

Dijo que debido a que las jefas de familia llevan mucha ropa que se les acumula por la falta de agua, la poza baja de su nivel, pues diariamente se saca bastante. 

“Ayer ya casi no había agua, como muchas personas vienen y sacan, va bajando el nivel y el agua se va terminando, hasta el día siguiente se vuelve a llenar la pozita”, explicó. 

Confió a la reportera que ella prefiere llegar temprano a lavar, ya que no hay mucha gente en los lavaderos y puede avanzar, y con ese propósito ha llegado a las seis de la mañana cuando tiene mucha ropa. 

Durante la entrevista con María, arribó otra ama de casa con algunos tambos para llevar a su vivienda y aunque no quiso dar su nombre, coincidió en que el nivel de agua ha bajado, pues en ocasiones está más llena la poza. 

“En tiempo de lluvias la poza se desparrama, hoy hay poca en comparación con otros días, yo acudo aquí porque ya tengo 15 días sin agua en mi casa”, mencionó.  

Dijo que en la temporada de estiaje es común que acuda a la poza por agua, misma que utiliza para lavar sus trastes, hacer el quehacer y satisfacer sus necesidades diarias.