13 de marzo
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@MarioA_Serrano

Cronista municipal de Tepetlixpa

“Los problemas son muchos. Porque a lo mejor hay gente que aún no lo entiende, que piensan que solo es música que te aturde, música fuerte”

El día está entrando pleno en la biblioteca donde quedamos de acuerdo para conversar.

Hace el buen clima de abril y desde las ventanas se puede apreciar una de tantas vistas panorámicas que tiene Tepetlixpa.

Mis entrevistados son puntuales y se ven emocionados.

No caeré en los clichés de definirlos por su imagen: que él traiga lentes negros y ella una chamarra de mezclilla no dice nada; son un par de jóvenes emocionados, contentos y con energía desbordante.

En el mundo global que vivimos no es extraño que un pueblo como Tepetlixpa esté viviendo una apertura a otras formas de la cultura y la vida en la que expresiones como el rock estén ganando un lugar en los oídos de las personas. De unos 15 años para acá este género musical, incluyendo sus estilos y escuelas están cobrando mucho auge, lo que se traduce en que también aumenten sus seguidores y surjan bandas.

Justamente, mis entrevistados son parte de este movimiento.

Según su punto de vista, el rock en este municipio “expresa el sentir de los jóvenes”.

 La respuesta implica que este rock de pueblo, en un sentido no peyorativo, retoma la rebeldía de la edad, sus inconformidades y puntos de vista pero también pone en marcha expresiones artísticas; “es una forma de rebeldía artística” dice Esther con absoluta seguridad.

Su hermano Luis dice que es un estilo de vida, una forma más de la pasión.

La historia de los hermanos Cortés con el rock ya tiene un buen kilometraje, pero hace tres años al escindirse de una agrupación previa decidieron formar su propia banda, Fusil de Pancho.

La agrupación está formada por los hermanos Mario César, Daniel y Luis Cortés Vázquez junto a sus amigos Diego Ceciliano, Gilberto Ranchos y Oscar Soriano. Esther también es parte de la agrupación, pero tras bambalinas con la importante tarea de ser su manager.

Sin tener una educación musical formal se dieron a la tarea de ensayar, aprender y practicar este género imprimiéndole sus propios gustos y urgencias expresivas; de entrada apostar a que su proyecto debe ser considerado más como una forma artística que como un divertimento; segundo, que conscientes de que primero hay que crear un público se han dado a la tarea de crear covers en los que no sólo desfilen las canciones más socorridas del rock en español de los años 90 sino también repertorios de la música popular.

 “Hemos hecho versiones de Juan Gabriel o de los Cardenales de Nuevo León en rock y la verdad con muy buenos resultados” precisa Luis.

Fusil de Pancho surgió en un momento en que hay mejores condiciones de apertura para otras expresiones musicales en este municipio y en términos generales en toda la región.

 Las bandas tienen estrecha comunicación con el medio, cuentan con una mínima infraestructura (que va de las tiendas de artículos musicales en la región a pequeños y medianos foros para presentarse) y evidentemente han utilizado las redes sociales y el Internet como invaluables canales de difusión.

Pero fuera de eso, que en cierta medida es una historia recurrente entre los músicos jóvenes que quieren dar el salto a la parte creativa, lo que atrapa de Fusil de Pancho es el contexto que han ido construyendo a la par de lo estrictamente musical.

Esther y Luis, por ejemplo, practican danza prehispánica y están muy orgullosos de sus raíces, tanto de la comunidad a la que pertenecen como a la de su familia. “Somos parientes lejanos de don Faustino Rodríguez, el famoso conchero… mi papá y mi mamá pertenecieron en su juventud a una rondalla. Mi abuelo paterno, Bernardino Cortés le gustaba cantar, curaba los huesos, era panadero y fue cantor de la Iglesia”.

 El apoyo de su familia ha sido fundamental.

“De hecho mi papá nos dio la idea, o parte de la idea del nombre”, cuentan entre divertidos y contentos, porque justamente, esas redes de apoyo les dan ánimos para continuar su proyecto.

Pese a que la población va siendo más receptiva y tolerante, cuando les pregunto por los problemas que enfrenta el rock en un pueblo, no lo piensan mucho para contestar.

“Los problemas son muchos. Porque a lo mejor hay gente que aún no lo entiende, que piensan que sólo es música que te aturde, música fuerte” comenta Esther. Además de ello, como banda deben convencer a las familias de que deben destinar un día para ensayar, a los vecinos que quizá se pudieran quejar por el ruido, ir contra corriente y ser competitivos.

Luis dice divertido que hace poco había que competir contra géneros como la banda y el norteño, pero que ahora el reggaetón y los llamados “géneros urbanos” son fuertes y populares.

A cambio de esas batallas, como señala su hermana, han tenido incentivos valiosos: “que el vecino ya ponga una canción que estuvimos ensayando antes, que te busquen para decirte oye, quiero que toques en una fiestecita que voy a tener, que un niño que nos ha visto diga que ahora quiere ser músico y tener su banda, todo eso nos motiva”.

Nunca ha sido fácil el camino de las artes y el musical menos.

No obstante estos jóvenes van comenzando su camino con una confianza mesurada y con cierta seriedad que llama la atención.

“Hemos estado en eventos. Tocamos con Matatena, con Hazel, Perro Callejero, la verdad es que todo eso nos va ayudando” comenta Esther; Luis, retomando la lista de retos a los que se enfrentan cierra con una frase que no tiene nada de pose: “Más que problemas son oportunidades”.

Fusil de Pancho está organizando un evento que acorde a sus ideas se llama In cuicatl ipan altepetl Tepetlixpa.

 Un festival cultural en sus propias palabras que concentrará a 14 bandas de la región en lo que buscan sea el inicio de un proyecto a mediano plazo en el que sigan incrementando el gusto y atención de la comunidad hacia el rock.

“Pero no sólo música, más bien lo vemos como un evento cultural que detone la economía, que muestre lo que hay en Tepe, a sus artesanos, artistas. Nuestro sueño es que al paso del tiempo crezca, hayan más escenarios, bandas nacionales más reconocidas, ¿por qué no?” apunta Esther.

El evento se llevará a cabo el 17 de abril en el marco de los festejos a Sor Juana que el ayuntamiento realiza regularmente.

Pero luego me cuenta que ese mismo vínculo, Sor Juana y la música han sido aplaudidos por su círculo y por el medio musical regional, pero no unánimemente. “Hay cierta controversia.

Me llegó un comentario de una persona que me dijo ¿y qué tiene que ver el rock con Sor Juana?”.

La manager se lo toma con mucha filosofía y su hermano sonríe.

“Cada quien tiene su punto de vista pero… Sor Juana era diferente. No por ser aniversario luctuoso tiene que ser callado, tiene que ser triste. Porque ella vivió, la vida es alegría, es música, es baile. No es un festival de baile. Es música, es arte. ¿Qué tiene que ver? Es Arte. Sor Juana hacía Arte.”

Me quedo pensando esa frase mientras los veo salir de la biblioteca y retomo mis actividades.

Sor Juana hacía Arte… estoy seguro que no le desagradaría el anacronismo si dijéramos que a Sor Juana le hubiera gustado hacer rock.

¿Ustedes qué opinan?

[Para más información del evento, In cuicatl ipan altepetl Tepetlixpa, contacten las redes sociales de la banda: @fusildepanchooficial en Facebook e Instagramy las de la Casa de Cultura “Rosario de la Peña” de Tepetlixpa.