12 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

    SAN PEDRO TEZOMPA, Méx.- La noche del tres de mayo, Melitón Velasco, regresaba a su casa con Adán y José, sus hijos, todos albañiles, luego de terminar su jornada diaria en una construcción de la Ciudad de México.

  Por la tarde, los tres miembros de la familia Velasco Herbert, sin imaginar que horas después el jefe de la familia perdería la vida, se tomaron una foto en la obra por el día de la santa Cruz.

   Ya noche acabaron de trabajar y encaminaron sus pasos a una estación del metro localizada en el eje central para abordar la Línea Dorada que los llevaría de retorno a su hogar.

   Adela Herbert, esposa de Melitón, aún suelta el llanto cada que recuerda la noche del tres de mayo y el desplome del vagón del metro en el que perdió la vida su esposo y sus hijos sufrieron graves lesiones.

   Ese accidente, que dejó 25 víctimas mortales y más 100 heridos sucedió cerca de la estación “Los Olivos”.

    “Ellos (autoridades de CDMX) no sienten lo que uno sintió, lo que yo viví en ese momento cuando me dieron la noticia, mis dos hijos lastimados y luego que me digan en la madrugada que mi esposo había fallecido, sentí morirme, porque mi esposo que salió a trabajar y ya no regresó”, recordó con lágrimas la mujer de 59 años.

   Dijo que Adán, entonces de 21 años, fue dado de alta sólo con una simple receta, sin hacerle estudios especializados no obstante sus lesiones, aunque más tarde el gobierno e la Ciudad de México le dio empleo con el cual mantiene a su hija de apenas unos meses.

 Sin embargo, denunció que a José, su otro hijo, que era menor de edad –cumplió los 18 en enero-, fue relegado con ese pretexto de los apoyos gubernamentales, pese a que sufrió lesiones en clavícula, rodillas, tobillos, cadera y otras partes de su cuerpo que hasta la fecha le han impedido trabajar.

    “José sigue lastimado del hombro, le doy gracias a Dios aunque quede así, ya ni modo, ya intentó trabajar, pero sólo el cargar pesado como antes ya no pudo, no quedó bien”, aseveró su madre.

   Confió que a raíz del accidente su familia ha tenido un año difícil, pues además de la pérdida del jefe de familia, José no ha podido reanudar su vida debido a ello.

   “Ofrecieron darme trabajo, pero como tal no puedo trabajar como antes por las secuelas dejadas por el golpe, no pido que me mantengan de por vida, simplemente que me den un trabajo ligero que pueda desempeñar, yo sólo venía de trabajar con mi hermano y mi papá, no ocasioné ese problema, fue culpa de ellos”, aseguró José.

    Por su parte, Elizabeth Velasco, hija de Melitón, afirmó que económicamente no hay monto que cubra esa pérdida, exige justicia, pues ha escuchado que reanudarán el servicio en la Línea Dorada y se preguntó ¿con que confianza se sube uno?

 “Que las autoridades cumplan todo lo que prometieron, en algunas han cumplido en otras no, como el apoyo psicológico de mi mamá, ofrecieron el servicio médico, pero ya se les olvidó, ellos piensan que con la cantidad que dieron de supuesta indemnización es suficiente y  no es así”, asentó.

   Indicó que a finales de 2021 el Gobierno del Estado de México le entregó una vivienda a su familia, pero con las primeras lluvias de este año presentó varias filtraciones de agua.

 “No había llovido y todo se trasmina, se empezaron a cuartear trabes y muros,  apenas lleva cinco meses, la hicieron muy al aventón, ya pedimos que vengan a supervisar, no queremos que nos resuelvan la vida, no tenemos garantía porque no nos dieron ningún papel”, denunció Adela.

   Este martes tres de mayo la familia Velasco cumplió el primer aniversario sin el jefe familiar, pero dijeron que tendrán que seguir adelante con su vida.