13 de marzo
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**Rene Rodríguez Gómez, obispo de la diócesis de Valle de Chalco informó que también ayudaron empresarios

Jorge Martínez Cordero

CHALCO, Méx.- De las más de 200 capillas y parroquias afectadas por el temblor de 2018, más de una docena de ellas en municipios de la región volcanes han sido reparadas al 100 por ciento, desde daños menores hasta más complejos, informó a AMAQUEME monseñor Víctor René Rodríguez Gómez, obispo de la Diócesis de Valle de Chalco.  

Reveló que ello se consiguió con ayuda de la población y aportaciones particulares.

    Aclaró que los daños que sufrieron dichos inmuebles  no fueron provocados precisamente por el sismo de 2017, también se debió a que las construcciones son muy viejas, que datan del siglo XVI, y como toda edificación se le debe de dar constante mantenimiento. 

“Los perjuicios no se debieron exclusivamente al sismo, creo que ese momento nos trajo una situación emergente en donde algunos edificios ya tenían daños estructurales y el sismo sólo vino a sacarlos a flote”, puntualizó el prelado.

   Dijo que quien tiene la principal responsabilidad de cuidar las parroquias es el instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por la parte cultural y el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN).

“A nosotros como iglesia católica nos corresponde ser los custodios responsables, ya que representamos el interés de la comunidad”, precisó Rodríguez Gómez.   

Explicó que cuando se dan casos de una intervención independientemente, sismo o no, se tienen que juntar tres voluntades y autoridades, la civil con sus diferentes dependencias, la religiosa, y la comunidad, para que en conjunto se trabaje.

Aseguró que el INAH brinda la asesoría, pero nunca tiene presupuesto para realizar las reparaciones de los templos, desde capillas hasta construcciones más complejas.

   El obispo señaló que si bien es cierto que el temblor de septiembre de hace cinco años afectó varias iglesias de la región volcanes, para su reparación se debió de conjuntar las tres voluntades señaladas, pero desafortunadamente el INAH se vio rebasado por el número de monumentos históricos que resultaron dañados.

   Refirió que para ello se debe realizar un trabajo duro, como hacer la revisión del lugar, levantar inventarios, hacer el recuento de los daños, el proyecto de una posible restauración, cálculo de lo que cuesta y saber de dónde saldrán los recursos, siendo una labor titánica que pocas instituciones pueden realizar, comento Monseñor.

“Ni siquiera a nivel federal como corresponde a nuestros  templos, si esperamos a que el INAH hiciera solo ese trabajo, todavía estaríamos esperando a que nuestras iglesias como en Ecatzingo, con problemas para su reparación”, dijo el representante religioso.

Dio a conocer que lo que se ha hecho fue buscar recursos, principalmente de la comunidad y algunas veces apoyos de fuera, cómo de las diócesis de Cuautitlán, Texcoco y Ecatepec que solidariamente ayudaron a remediar lo inmediato.

    “Las ayudas como colectas de la comunidad y el apoyo de algunos empresarios han sido fundamentales, ayudaron a poner en funciones y en buenas condiciones  algunas iglesias, por ejemplo el Sacromonte en Amecameca, en Tepetlixpa y Ozumba”, refirió el entrevistado.

   También comentó que en otros casos, la reparación ha ido más despacio como es el caso de la capilla de Tepecoculco y algunas de Ecatzingo, por haber tenido daños mayores y por lo complicado de los estudios.

Por último, el obispo de la diócesis de Valle de Chalco dijo que en Ayotzingo delegación de Chalco esta intervenido por el INAH, ya que el daño es una grieta, una falla de terreno y el templo ya está restaurado, sólo falta reparar la grieta.

“Hay varios daños y en algunas iglesias y capillas que no se notan, pero los daños existen, el diagnostico que el INAH dio para la iglesia mayor de Ecatzingo fue pérdida total”, externó.