13 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

   A CANDELARIA TLAPALA, Méx.- Sin importarles el riesgo de contraer infecciones en su piel o una enfermedad, mototaxistas se meten a aguas estancadas por las recientes lluvias para ayudar a cruzar a vecinos y automovilistas.

   La actividad la desempeñan cuatro jóvenes para ganarse unas monedas extras a su trabajo diario, que contados automovilistas les dan de manera voluntaria, auxiliándose con palos para guiarse dentro del agua y llegar justo al punto medio de la carretera.

  Entrevistados por AMAQUEME, informaron que lo hacen para guiar a conductores para que no caigan en alguno de los múltiples hoyos del camino.

    Uno de ellos, se metió a dos coladeras pluviales para desazolvarlas con una pala, con la esperanza de que bajara más rápido el nivel del agua y con ello liberar el paso.

   Por su parte, otros de sus compañeros de oficio auxilian a peatones para salir del lugar o subirlos a uno de los moto taxis cercanos al punto inundad para que entren a la colonia o tienen la necesidad de llegar hasta el transporte público.

    “Todo lo hacemos con el fin de ayudar a nuestra gente y a los conductores que pasan por aquí, ellos a cambio nos regalan una moneda que es bendecida y bien recibida, bueno sólo algunos, pero no importa si otros no les nace ayudar” señaló uno de ellos.

Otro más dijo que con la mínima llovizna es suficiente para que el tramo de aproximadamente 300 metros donde se hace una cuneta se inunde, y cuando llueve más fuerte y constante es peor la situación.

Coincidieron en señalar que a pesar de que esporádicamente llega un camión Vactor de la CAEM a sacar el agua, no es suficiente porque únicamente hace un viaje y como sigue lloviendo es cuento de no acabar.

María del Carmen, informó que el problema lo conoce desde hace diez años que ella llegó a vivir al poblado y para ella que vive en la calle principal que es Ignacio Allende le representa un fuerte problema para salir o entrar a ella.

Apuntó que algunos de los negocios que se ubican sobre la carretera con todas sus cosas que sacan a vender obstruyen el paso, lo que impide que transeúntges puedan caminar por la banqueta.