13 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

   LA CANDELARIA TLAPALA, Méx.- De las 14:20 hasta las 19:00 horas del lunes cuatro de julio vecinos y mariachis cerraron la carretera México-Cuautla, que afectó a cientos de automovilistas.

   El bloqueo abarcó ambos sentidos de la 115.

    Una treintena de mariachis apoyados por unos 200 habitantes fueron los responsables de ello.

   Entrevistados por AMAQUEME, músicos afirmaron que la razón de ello fue por no tener una respuesta favorable del alcalde de Chalco Miguel Gutiérrez Morales para ampliar la plaza del mariachi, a que se comprometió con ellos hace desde  tres años.

   A las 09:30 horas, músicos, amas de casa y un nutrido grupo de vecinos caminaron de su comunidad hasta la presidencia municipal de Chalco, arribando a las 11, con el propósito de ser atendidos por munícipe, lo cual no consiguieron.

   Por espacio de dos horas, los mariachis interpretaron varias melodías en espera de ser recibidos, pero únicamente fueron informados que el edil no se encontraba.

   Debido a ello, retornaron a esta población para bloquear la carretera federal, con el objetivo de presionar a las autoridades locales para tener una respuesta favorable.

   Para llamar la atención de la comunidad en general, tronaron cohetones y para las 15 horas ya se habían congregado alrededor de 200 personas.

   En primera instancia el punto escogido fue el conocido como la “Y griega”, justo al final del puente vehicular de Tlapala en el carril con dirección a Chalco.

   Aunque se presentaron empleados de la dirección de gobierno municipal para entablar un diálogo con los inconformes, los rechazaron tajantemente y exigieron la presencia del presidente municipal.

  Con piedras, llantas viejas y troncos de árboles bloquearon el sentido a Amecameca, provocando de manera inmediata caos vial en ambos sentidos.

   Durante el tiempo que se mantuvo el cierre, se registraron al menos media docena de conatos de bronca entre manifestantes y conductores, que por la fuerza intentaron pasar las barricadas.

   Por fortuna sólo quedo en reclamos.

   Elementos de la Guardia Nacional división carreteras se presentaron para exhortar a los disgustados vecinos que les permitieran abrir al menos un carril de cada sentido para desahogar el asentamiento vehicular, que ya abarcaba más de cuatro kilómetros.

   Pasadas las 18:00 horas arribó José María Alfaro Reyes director de gobierno, quien platicó con los inconformes y agendó una cita para el jueves siete de julio al  mediodía.

  Con ese propósito se formó una comisión de 11 integrantes, comprometiéndose a que el presidente municipal los atendería.

   Únicamente faltó darse a conocer el lugar donde se celebraría dicha reunión.