12 de marzo
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Alma Abilene Figueroa López

   SAN ANDRÉS TLALAMAC, Méx.- La maestra Erika Sánchez Arenales, de la primaria Justo Sierra fue removida temporalmente de su cargo por presunto acoso escolar, que padres de familia califican de infundado.

Ella impartió clases hasta el viernes 14 de octubre, cuando fue cesada de sus funciones.

Ante lo anterior, padres de alumnos que atendía la docente, exigieron a autoridades escolares y particularmente a la directora Sandra Cuautle Martínez, que la docente sea reintegrada a sus funciones y vuelva al frente de su salón de clases.

   Además de ellos, padres de niños que cursan el cuarto grado en el grupo A y de ex alumnos de la maestra Erika se unieron al movimiento para que Erika Sánchez regrese lo antes posible a la institución.

    Entrevistados por AMAQUEME, los padres de familia aseveraron que la maestra Erika trabaja de una manera excelente y no tienen ninguna queja de ella.

“Una de los inconformidades es que jamás se notificó a los padres de familia que la maestra no estaba dando clases y que el grupo estaba siendo atendido por la secretaria de la escuela”, se quejaron.

   Puntualizaron que toda vez que la secretaria carece de los conocimientos y nombramiento oficial que la avale como docente frente a un grupo por parte de la Secretaría de Educación Pública.

Mencionaron que se enteraron de lo sucedido con la maestra luego de cuestionar a sus hijos la razón por la que no tenían tareas y fueron ellos quienes les informaron que estaban siendo atendidos por la secretaria y ella no les dejaba tarea.

“Nuestros hijos llegaron llorando a casa diciendo que se habían llevado a su maestra como si fuera una ladrona, nos dijeron que ellos como alumnos buscarían la manera de hablar con la directora para que su maestra regresara”, explicaron.

   Como consecuencia de ello, el lunes 17 de octubre un grupo de papás se presentaron a la escuela con carteles y un oficio dirigido a la directora para saber los motivos por los que la maestra Erika Sánchez no estaba dando clases.

“Para nosotros es importante que los alumnos continúen con sus clases normales”, dieron a conocer en un oficio que fue entregado a la dirección de la escuela con la firma de más de 35 padres.

   Dijeron que la directora se negó a darles información sobre la situación, argumentando que es la subdirección regional la que atenderá de manera particular el caso.

En su intervención, los demandantes expusieron sus puntos de vista, todos a favor de la docente removida y pidieron resolver el caso a la mayor brevedad posible para que la profesora Erika Sánchez Arenales sea reintegrada a sus actividades y  sus hijos no pierdan más clases.