
**Carla Ivonne Hernández Becerril
“Yo les traigo pura vitamina que los alimenta”
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**Carla Ivonne Hernández Becerril
**»Venimos de la tierra y a ella retornaremos»…
Cómo una madre nos provee de los medios básicos para nuestra subsistencia, nos quita el hambre.
De sus frutos, tales como el maguey obtenemos comida, bebida, vestido y sustento.
Justamente hoy quiero hablar de uno de los productos más populares elaborado a partir del maguey, el pulque.
Esto gracias a la visita que realicé el día domingo al pequeño puesto de pulque y miel de una mujer que es el vivo ejemplo de fortaleza, trabajo y dedicación, pero antes de escribir sobre mi experiencia, quiero contarles qué es esta bebida.
El pulque es resultado de la fermentación del aguamiel (el néctar del maguey).
Es altamente benéfico para la salud de quien la consume, ya que contiene proteínas, vitaminas, minerales, bacterias benéficas para el aparato digestivo y brinda energía para realizar las actividades diarias.
A diferencia de lo que muchas personas piensan, no es una bebida “prehispánica”, primero, porque no nos hicimos como civilización después de la conquista española, ya éramos antes de ellos, por lo cual, la palabra adecuada sería que sí es resultado de la cultura mesoamericana, pero no, al ser un fermento es resultado del contacto de ambos conocimientos, los propios y los heredados ó sea, es una bebida mexicana y ya.
Ahora que ya conocemos un poco más del origen del pulque, quiero platicarles mi experiencia.
La creadora de dichas maravillas es una señora de 80 años, que ante las dificultades propias de su edad, lleva más de 50 años vendiendo pulque.
Para esto no quiero romantizar el trabajo de nuestros adultos mayores, ya que bien ganados han sido sus años de trabajo a nuestra nación para tener derecho a vivir con tranquilidad en su casa y recibir los servicios médicos que requieren con total dignidad.
Pero ante un cuerpo impuesto a trabajar, vale la pena reconocer doblemente su labor.
Me platicó que su esposo fue quien le enseñó a trabajar el maguey y él bebía diariamente aguamiel, quizá fue esa la razón por la que alcanzó los 92 años.
Proveniente de Atlautla, podemos encontrarla entre la calle Progreso y La Paz los días miércoles y domingo después de las 11:00 de la mañana y hasta las 17 horas.
Aunque recomiendo llegar antes porque es posible que se lleve uno la sorpresa de que ya no la alcances.
Los pulques que vende empieza a elaborarlos a las 5:00 de la mañana, hora en que parte la fruta y la licua para elaborar curados con fruta natural como guayaba rosa, tuna roja, guanábana, mango y mamey (depende de la temporada), también ha hecho de jitomate, limón, nuez, cacahuate, mazapán, avena, piña-coco y próximamente de yerbabuena.
Dice que se puede hacer curado prácticamente de todo, pero mi favorito fue el de avena y el natural.
También me comentó que entre los beneficios de beber pulque está que ayuda en la gastritis, anemia, menopausia y para que los pulmones “engruesen”, además de que tiene muchas defensas y ayuda a la producción de leche de las mujeres que están criando.
También vende miel de excelente calidad, una más oscura y otra más clara, pero es por la temporada, a diferencia de algunas que sólo son azúcar, está puede durar más de un año en perfectas condiciones.
En el tiempo que estuve bebiendo y platicando llegó un joven compradora que me compartió que le habían diagnosticado anemia y un médico naturista originario de Hidalgo le recomendó consumir diariamente aguamiel, y ahora cada que puede incluye los derivados del maguey a su dieta, sea bebido o en la preparación de platillos como la salsa “borracha”, esquites, bistec y costillas de puerco.
Por último, hablamos que siguen siendo los adultos mayores los que más consumen pulque, y es que no hemos logrado quitar la etiqueta de que es una bebida para “pobres” restándole el valor de sus procesos y su calidad nutricional. De acuerdo con el doctor Rodolfo Ramírez Rodríguez, en el siglo XIX el pulque fue considerada la “bebida nacional” y para el siglo XX, en la década de los 20’s mediante una campaña de desprestigio se logró vulgarizarla para dar paso a bebidas extranjeras como la cerveza.
Y es que no siempre la modernidad implica comer y beber mejor.
En el caso del pulque, implicó darle la espalda a nuestro campo mexicano a la esclavitud de la ciudad, que con sus pisos de cemento no es tan benévola como la tierra.
Nosotros como consumidores tenemos mucha responsabilidad, ya que cuando compramos poco nos importa a quién beneficiamos con nuestro consumo y a quién restamos derechos, no conocemos el origen de nuestros alimentos ni valoramos diariamente el tener acceso a ellos.
Hoy te invito a reflexionar sobre tu tiempo y dinero, eso vale lo que tienes en la mesa, inviértelo bien, come de calidad y no le dés la espalda a los productores originarios de Amecameca y de todo México.
***Licenciada en nutrición
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