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3 de julio

**Familias de Morelos y Progreso llevan más de 40 años brindando comida y alojamiento a peregrinos

Gilberto Hernández Guzmán

 AMECAMECA Méx.- A partir de los 80’s, durante la segunda semana de diciembre, familias de las calles José Morelos y Progreso se cooperan para dar comida y un techo a decenas de peregrinos que cruzan rumbo a la Basílica de Guadalupe.

  Entrevistados por AMAQUEME informaron que la idea les nació debido a que dichas calles es paso obligado para los fieles que acuden cada año al cerro del Tepeyac, provenientes de diversas comunidades de Puebla y Tlaxcala y poco a poco se fueron realizando colectas para brindar un refugio, darles café, pan, tacos o comida.

Comentaron que desde los inicios de esta iniciativa altruista, miles de peregrinos han dormido, comido y descansado en un lugar que ellos mismos le dieron el nombre de  “El Campamento”.

“Mi hijo es uno de los primeros que comenzó con esta tradición que ya lleva más de 40 años, desafortunadamente por la pandemia se canceló, pero ya se están organizando algunos vecinos para que en este año se vuelva a colocar el campamento”, relató doña Elvira Buendía.

    Don Carlos, externó al reportero que él comenzó a participar cuando el difunto expresidente municipal Rosendo García gobernaba, aportando y ayudando para que el camino de los peregrinos no fuera tan pesado y tuvieran un lugar de descanso.

“Por aquí han pasado peregrinos de Veracruz, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Morelos y aquí se quedan, se les brinda café y comida de la que los mismos vecinos preparan, o de las que aportan algunas personas de Santiago Cuahtémoc, quienes también nos traen”, comentó.

   Dijo que este campamento lo empiezan a colocar desde el ocho de diciembre que es cuando empieza el flujo de peregrinos, y lo retiran después del 12.

” Exactamente no tenemos la cifra exacta de cuántas personas llegan a este campamento, pero, simplemente yo compro un millar de vasos y se acaban, también se termina más de un bulto de azúcar, y pues lo demás es incontabilizable, ya que entre cooperaciones y aportaciones no se sabe con exactitud”, refirió.

   Los entrevistados señalaron que las palabras de gratitud son conmovedoras por parte de los peregrinos, quienes al continuar su camino se van agradecidos después de recibir las atenciones de hospitalidad que los vecinos de dichas calles les otorgan.

Afirmaron que esta tradición les deja muchas satisfacciones personales, motivo por el cual año con año la continuarán haciendo.