
Abilene Figueroa
ATLAUTLA, Méx.- En 1997, Fernando Juan Villanueva empezó a elaborar pan en un horno de leña en su casa, oficio que aprendió sólo viendo trabajar a su padre.
Su hijo Adrián sigue el negocio familiar que ya rebasó los 40 años.
Entrevistado por AMAQUEME, José Adrián Villanueva contó que desde joven observaba la manera en que su padre elaboraba el pan y fue así como adquirió el gusto por este oficio.
“Hago principalmente pan de muerto, recientemente fui innovando mis panes, hago roles de canela y colchones de ajonjolí”, explicó.
El proceso en que elabora el pan es de aproximadamente diez horas, pues debe preparar la masa y dejarla reposar, acondicionar y limpiar el horno para que tenga la temperatura idónea y hornear sus panes.
“Se prepara el horno, después de cuatro horas se procede hacer el pan, se reposa dos horas y se empieza a hornear, es un promedio de nueve o diez horas el tiempo que tardo en hacerlo», detalló.
Lo especial del pan que José Adrián prepara es que se trata de un producto 100% artesanal, pues no se utiliza maquinaria, como batidoras eléctricas, lo único que ocupa son sus dos manos para trabajar.
El entrevistado mencionó que su pan se vende en Atlautla y municipios cercanos, sin embargo también lo ha vendido en la Ciudad de México y ha llegado hasta España.
“A los roles les pongo canela con azúcar y antes de hacerlos les pongo mantequilla para que se derrita y le dé otro sabor, en el caso del pan de muerto los hago de diferentes sabores, como por ejemplo de naranja y de nuez», dio a conocer.
Cabe mencionar que Adrián realiza frecuentemente talleres apoyado de un conocido que trabaja en una agencia de viajes y le consigue clientes de España, Estados Unidos e Italia.
Finalmente, aprovechó para invitar a la comunidad regional a consumir su pan artesanal, martes y viernes en el tianguis de Ozumba y los domingos en el de Atlautla.