12 de marzo
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OZUMBA, Méx.- El mercado de animales de Tecalco, el más grande de la región de los volcanes que cada martes se instala sobre la carretera 115, México-Cuautla,tendría que ser evacuada en su totalidad si el semáforo volcánico del Popocatépetl cambia a Rojo Fase 2.

Entre los balidos de los borregos, mugidos de las vacas, relinchos de los caballos, rebuznos de los burros y gruñidos de los puercos, se hacen las transacciones en cientos y miles de pesos de los animales que son exhibidos en un predio enorme en donde a lo lejos se ve entre nubarrones la imponente silueta del coloso de Anáhuac que sigue activo para preocupación de muchos.

Algunos de los que están inquietos son los 578 integrantes de la Asociación Ganadera Federal con sede en Ozumba, que se dedican a la crianza de animales para la compra-venta porque no saben qué hacer en caso de una eventual evacuación.

“Pues hasta ahorita no nos han dado indicaciones, aquí en la plaza de ganado de Ozumba nos reunimos toda la región este día martes, aquí laboramos, toda la región del Estado de México, de Valle de Chalco hasta Ecatzingo. No nos han dado ninguna instrucción, somos compra-venta y para alinearnos los que nos digan las autoridades estamos de acuerdo”, dijo José Manuel Valencia Yescas, presidente de la agrupación.

Los ganaderos que provienen del Estado de México, Morelos, Guerrero, Durango y Tamaulipas al no saber con precisión qué hacer en caso de una etapa eruptiva mayor de la Montaña que Humea, nombre en náhuatl del Popocatépetl, se irían por sus propios medios hacia otro estado para ponerse a salvo.

Como no han sido considerados por los gobiernos de los tres niveles para darles a conocer el plan de evacuación que tendrían que seguir para alejarse de la zona de alta peligrosidad, los propios ganaderos acordaron irse a la entidad morelense con los animales que puedan llevarse en sus vehículos.

En el 2000 cuando el Popocatépetl entró en una fase eruptiva mayor en la que se llevó a cabo la primera evacuación de las últimas dos décadas, muchos de los ganaderos salieron de su casa con su familia y dejaron a los animales en sus corrales para irse a los albergues temporales.

Cuando regresaron a su morada, después de que la montaña disminuyó su actividad, la encontraron saqueada, se robaron sus pertenencias, entre ellas sus animales que forman parte de su patrimonio, pues se dedican a la comercialización.

“Por eso ahora estamos muy renuentes también en irnos, verdad, pero sí son indicaciones sí lo haríamos también”, contó.

Algunos de los habitantes de la región han acudido al mercado para vender los animales que tienen en sus patios o corrales porque en caso de que tengan que dejar su vivienda por una potencial evacuación no tendrían la preocupación de dejarlos en su inmueble mientras se van a un albergue temporal.