12 de marzo
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***Los índices de violencia de género a los que se enfrentará Delfina Gómez en el Estado de México

El pasado cuatro de julio, Delfina Gómez, candidata de la coalición Morena, PT y PVEM, ganó las elecciones del Estado de México, convirtiéndose en la primera mujer que gobernará dicha entidad.

En septiembre de este año el estado dejará atrás una larga historia de gobernadores priistas, liderados por el grupo Atlacomulco.

¿Cómo deja el gobierno de Alfredo del Mazo los índices de feminicidio y violencia hacia las mujeres en la localidad?

¿Cuáles son los retos en cuanto a agenda de género a los que se enfrentará Delfina? Y aún más importante, ¿qué cambios esperan las mujeres en el estado número uno en feminicidios del país?

Este reportaje intentar responder estas preguntas no sólo con los números exactos del sexenio anterior si no con algunas entrevistas que se les hizo a mujeres de diversas colectivas del Estado de México.

Alfredo del Mazo Maza es el tercero de su familia en gobernar el Estado de México, entró a administrar el 16 de septiembre del 2017 y en su primer año aumento el número de feminicidios en 59% al pasar de 74 a 118 casos en un año. Datos del sistema Nacional de Seguridad Pública reflejan que 765 feminicidios se han reportado en este sexenio.

El año pasado la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) reportó 409 mujeres asesinadas de forma violenta, pero únicamente 138 casos fueron calificados como feminicidio.

 Estos datos le dan la razón a las colectivas del Estado de México, que argumentan que sólo una de cada tres muertes violentas de mujeres se cataloga como feminicidio.

 Las cifras no reflejan los niveles de violencia que hay hacia las mexiquenses, pues hay que tomar en cuenta las desapariciones y que muchas víctimas no denuncian por los altos índices de corrupción en la localidad.

Mujeres en resistencia contra la violencia feminicida

Yelitza Ruiz, una de las primeras integrantes de la asamblea vecinal Nos Queremos Vivas Neza, con trabajo comunitario desde hace 6 años en los municipios de Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Los Reyes y Chicoloapan nos comentó lo siguiente:

“El trato dentro de las instituciones es indolente, frío, insensible y prepotente. A las familias las tratan mal, sin perspectiva de género” Ella afirma que: “Aunque en los papeles esté estipulado, ellos las ignoran y cuando intervenimos nosotras, nos tratan igual, de ignorantes. Nos preguntan ¿quiénes son ustedes?, ¡ni son sus familiares! ¡qué les importa!”

Esta asamblea vecinal hace acompañamiento psicosocial a mujeres víctimas directas o indirectas de violencia de género.

 La opinión de Yelitza es la siguiente: “Este gobierno es indolente, totalmente gris, no hubo ningún momento de claridad política o el interés de ejercer una agenda en cuanto a violencia de género. No se ejercieron políticas claras en favor de los derechos de las mujeres. Aunque se abrieron algunas instancias, no daban la atención necesaria. Nunca tenían los insumos dentro de sus instalaciones. Esperar en los ministerios públicos a la hora de levantar las denuncias para nosotras fue extenuante, a veces entrabamos en la madrugada y salíamos en la noche.”

Nezahualcóyotl es uno de los 11 municipios del estado de México que cuenta con doble alerta de género, una por feminicidios y otra por desaparición de mujeres y niñas.

  Igual que Chimalhuacán, Ixtapaluca y Chalco.

Patricia Hernández de la colectiva Red de Mujeres del Estado de México lleva cuatro años trabajando en la defensa de las mujeres en la localidad, esta se encarga de los Tlalmanalli (Ofrenda tradicional náhuatl a la tierra que se hace antes de cada manifestación feminista en el Estado de México).

Ella da talleres y acompañamiento a víctimas de violencia de género y feminicidio. Su trabajo se centra principalmente en Chimalhuacán y ha acompañado a los movimientos feministas de Nezahualcóyotl, Chalco, Ixtapaluca y Amecameca.

 Su opinión respecto al trato de las fiscalías es tajante, piensa que “El trabajo de las personas que están a cargo de las fiscalías es nulo, pues no lo saben hacer. El directo responsable de checar lo que está pasando en las instituciones del Estado de México es el Gobernador y no hizo su trabajo” manifestó que “No se orienta a la familia pese a las alertas de género, a veces nos traen de un lugar a otro

Aunque Chimalhuacán tiene dos alertas de género, los índices de feminicidios no bajan, esto lo demuestra la última actualización del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que registra que en la primera mitad del año en curso Chimalhuacán tuvo 5 casos de feminicidio, lo que lo ubica en el cuarto lugar de entre los 100 municipios con mayor registro de este delito, Chalco ocupó el onceavo.

En cuanto a desapariciones de mujeres en lo que va del año, según él Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o desaparecidas (RNPED) Chimalhuacán ocupa el primer lugar con 31 mujeres, le sigue Toluca con 29 y Naucalpan con 28.

Ixtapaluca, aunque no registra datos de feminicidio, en este año ocupa el onceavo lugar en desapariciones de mujeres con 11.

Dulce N, de la colectiva Libertad Morada de Ixtapaluca, organización que inició a principios de la pandemia en el año 2020 y que ha hecho acompañamientos a familiares de víctimas de feminicidio y a mujeres sobrevivientes de violencia feminicida, nos cuenta que “Desde que entró Del Mazo, se registró un alza en violencia de género y en desapariciones de mujeres. Hasta octubre del 2022 hubo 720 feminicidios, el crecimiento de este delito fue exponencial. Aunque una justificación de sus cifras es que es uno de los estados más poblados, también hay que tener en cuenta los altos índices de pobreza en la región”

Yazuli Pérez, investigadora en antropología social y una de las principales fundadoras de la Red Tejiendo Redes Feministas desde la Periferia que está realizando una investigación de maestría con el objetivo de comprender y analizar los procesos organizativos que se dan en el Estado de México para combatir la violencia feminicida, nos explica “Un feminicidio es un asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer, pero además de esto se agrega el factor de la impunidad del estado. El estado de México es completo garante de impunidad y esto se hace presente desde que los familiares se enfrentan con el policía de la puerta. Desde ahí hay una negación de atención a las víctimas, si logran pasar ese filtro se encuentran con más filtros y así se va generando una cadena de negligencia”.

Aunque el Estado de México fue uno de los primeros estados en implementar La Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, esta no se implementa,  según Yazuli Perez “La mayor parte de su población no cree en las instituciones y tienen razón, pues la primera traba en el seguimiento de denuncias de familiares de víctimas es que muchas de las carpetas de investigación de Ixtapaluca están en Barrientos y como muchas de las mujeres no tienen ni el tiempo ni el dinero para los traslados, empieza la revictimización” asevera que “Mandan las carpetas lejos para que no se investigue y nosotras exigimos que las carpetas se manden a los ministerios y a las fiscalías que pertenecen a las regiones”

Es importante no generalizar la violencia que viven las mujeres en el Estado de México y en esto concuerdan todas nuestras entrevistadas, pues hay diversas condiciones de vida que hacen que las relaciones de violencia sean diferentes. Este estado es diverso y no es lo mismo vivir en Toluca que en Chimalhuacán o en lugares más rurales, como la denominada zona volcanes, Tlalmanalco, Amecameca, Atlautla, Ozumba y municipios colindantes.

Lugares donde Briseida Tufiño hace acompañamiento desde el año 2020 con la colectiva Feminismo Zona Oriente de los Volcanes. Quien nos cuenta que “En el estado de México una no se siente segura como mujer, no hay avances tangibles en las instituciones y pareciera que no hay alternativa para mejorar el modo de vida de las mujeres. Los procesos son muy tardados, desgastantes y revictimizartes. Acceder a la justicia desde nuestras comunidades es mucho más difícil que en otras”

¿Qué se esperan las colectivas de la siguiente administración?

Briseida comparte “sí, tengo expectativas, pues es la primera gobernadora mujer y esto quizá ayude a que empatice más con la situación que vivimos las mujeres en el Edo. Mex”. Para ella el cambio está en la capacitación y sensibilización “Es necesario que las personas dentro de nuestros sistemas de gobierno se les capacite y que no solo porten un listón naranja el 25 de cada mes” considera que  “Los protocolos sí son importantes, pero no se aplican, las y los funcionarios deberían saber atender a las personas, porque no pueden atender igual a una persona que va por un robo de un auto que a una mujer que fue violada o un familiar de una mujer desaparecida o víctima de feminicidio”.

Patricia y Briseida concuerdan en que, aunque los castigos ejemplares y la limpieza de funcionarios corruptos dentro de las fiscalías serían los primeros pasos a seguir.

El cambio a largo plazo en contra de la cultura machista que impera en el estado está en la educación de las infancias, jóvenes y adolescentes.

Patricia trabaja en el sistema educativo y destaca que “Las y los profesores inciden en las personas desde pequeñas, pero que los profesores tienen que prepararse y conocer bien la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Necesitamos formación y materiales dentro de las aulas. La mayoría de los profesores seguimos con las posturas hetero patriarcales y moralistas dentro de nuestras instituciones y eso debe cambiar”.

Por su parte, Yazuli y Dulce repasan que para cambiar la violencia hacia las mujeres “se tiene que transformar la vida” Yazuli cree que los retos a los que se enfrentará la futura gobernadora son muy grandes, pues “Somos un estado donde se saquea el dinero de forma descarada. Después de la ciudad de México, somos el segundo estado con mayor producto interno bruto a nivel nacional, incluso antes que ciudades industriales como Monterrey y contamos con la mayor densidad poblacional” Ella cree que “Delfina se enfrentara a instituciones completamente desmanteladas y obsoletas”.

Dulce, por su parte, analiza que el camino está en “la prevención, solución y castigo” propone “buscar y entender de dónde vienen las violencias de género, tomar en cuenta las otras violencias, el nivel económico y las diferentes condiciones en que viven las mujeres, pues muchas son migrantes. Esto para prevenir los feminicidios, desde la información, pues este es un problema estructural” 

Todas nuestras entrevistadas coinciden que “El problema es muy grande y no se solucionara el próximo sexenio” pero Dulce conserva la esperanza de mirar cambios contundentes en la próxima administración, pues “que el poder federal y la futura gobernadora del estado de México tengan una alianza, puede ayudar a que los dos poderes trabajen de la mano y así se consiga bajar y cuidar el recurso para mejorar la calidad de vida de las mujeres mexiquenses”. Yelitza es terminante en su postura, tras 6 años de trabajo, ha visto como las promesas van y vienen. Ella pide sin mucha esperanza que “se concrete una serie de políticas públicas que ayuden a cambiar la realidad del estado de México Mientras no haya propuestas culturales, educativas, deportivas que mejoren las condiciones de vida de la comunidad, no se resolverá el problema de raíz”.

Como se percibe a lo largo de este escrito los índices de violencia feminicida que deja Alfredo del Mazo son alarmantes.

Delfina Gómez recibe un estado devastado por la corrupción y la impunidad de los sexenios priistas.

 Las mujeres mantienen la esperanza de ver un cambio. Que la próxima gobernadora sea mujer aporta a la paridad de género. Pero eso no quita que se le este vigilando pues los retos son muchos. Aunque su camino se pinta largo y sinuoso, la esperanza de ver un cambio en cuanto a agenda de género se mantiene en sus hombros.